La imagen muestra a los jóvenes en el campamento base, en los picos de La Cueta, en Castilla y León. SUR

El aprendizaje trashumante de jóvenes malagueños que vencieron el cáncer

La cuarta edición de la Aventura Trashumante entre Lobos y Mastines de la Fundación Maraton Dog retorna a los picos de La Cueta

Miércoles, 31 de agosto 2022

Dos conceptos se unen y confluyen en una misma misión. Los protagonistas, niños que han vencido el cáncer y que proceden, en su mayoría, de ... Málaga. Los dos conceptos son la trashumancia y el cambio climático. El lugar donde se desarrolla vuelve a ser La Cueta, uno de los grandes picos de Castilla y León. Un escenario inmejorable para mimetizarse con la naturaleza y con aquellos procesos ancestrales que hacen que la maquinaria verde funcione. Este proyecto didáctico, desarrollado por el aventurero malagueño Manuel Calvo, ya lleva cuatro ediciones a sus espalda y cuenta con el apoyo de Tiendanimal.

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La trashumancia es la técnica que describe la economía del pasto más ancestral que existe. Los pastores acompañan a su ganado de ovejas por las laderas y zonas montañosas, rastreando el terreno en busca de alimento para que los animales puedan salir adelante. En varias tandas, a lo largo de todo el mes de agosto, más de 20 jóvenes, entre 13 y 18 años, han podido acompañar a los pastores durante su trabajo.

Esta aventura también les ha llevado a pasar las noches a ras del cielo y sentir la cercanía de la naturaleza como nunca antes lo habían hecho. La Cueta es el pueblo más alto de León y forma parte de la Biosfera de Babia. Un recorrido de cinco kilómetros lleva al campamento base, desde donde se iniciaba todos los días una nueva actividad. Además de propiciar una experiencia única a estos jóvenes, que ya han demostrado que saben sobreponerse a los zarpazos que a veces pega la vida, está la intención de formarlos como «embajadores del clima». Manuel Calvo, experimentado en viajar al Ártico, conoce de cerca uno de los puntos calientes del cambio climático.

Más imágenes de la aventura trashumante. SUR

A partir de este otoño, estos jóvenes van a transmitir sus experiencias en sus institutos para concienciar a sus compañeros de la importancia del cuidado medioambiental. Para la mayoría, que viven en entornos urbanos, el viaje a La Cueta ha supuesto una verdadera inmersión cultural. «La trashumancia demuestra el papel crucial que desempeña el perro para el ser humano y para la preservación del medioambiente», señala Calvo a SUR. Los mastines son la raza predilecta para esta labor. Perros de gran tamaño, pero que destacan por su nobleza.

Y es que esto es la otra pata de este proyecto, que sintetiza la pasión de este malagueño por los animales en general y por el perro en particular. «Educar en la cultura del perro». Así resume la importancia que tiene que los jóvenes se educen en el respeto a estos amigos con cuatro patas. La ambición didáctica de Calvo llega hasta el punto de que ha restaurado una antigua casa en La Cueta para convertirla en una especie de centro de interpretación. La vocación de permanencia de la aventura trashumante está asegurada.

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