«Lo anormal en Torremolinos era que no se sacrificaran animales»
Agentes del Seprona declaran en el juicio contra la presidenta de la protectora acusada de presuntos sacrificios masivos y confirman haber encontrado decenas de cadáveres en congeladores y contenedores
Alberto Gómez
Viernes, 9 de diciembre 2016, 13:07
Los agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) han ratificado este viernes las conclusiones de su informe durante el juicio por presunto maltrato ... animal contra la presidenta de la protectora de Torremolinos, Carmen Marín, y su ayudante, Felipe Barco. Los guardias civiles han confirmado que, durante una inspección en 2010, encontraron decenas de cadáveres, «algunos sin rigor mortis», en los congeladores y contenedores de Parque Animal.
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Uno de los agentes ha asegurado que las conclusiones desprendidas de las entrevistas a trabajadores y socios de la protectora revelan que «lo anormal era que no se sacrificaran animales». Los agentes han recordado que, en su primera inspección en el centro, encontraron 20 envases del producto eutanásico dolethal y un albarán en el que figuraba la compra de 24 de estos botes: «Llamaba la atención que fueran tantos». Marín, que durante años predicó una política de 'sacrificio cero', alegó entonces que los cadáveres encontrados estaban justificados por un brote de parvovirosis.
En sus declaraciones, los agentes del Seprona han puesto en jaque la gestión del caso por parte del Ayuntamiento de Torremolinos, al que han acusado de entorpecer la investigación: «No colaboraron con nosotros de manera alguna. Mucha documentación requerida no fue aportada». Además, los agentes han afirmado que el entonces concejal de Medio Ambiente, Plácido González, «prohibió» declarar a los funcionarios.
La protectora recibía cada año una subvención cercana a los 28.000 euros por parte del Ayuntamiento de Torremolinos, que también se hacía cargo de los costes derivados de las incineraciones de los animales sacrificados. Marín llevaba personalmente estos listados al Consistorio, que fueron solicitados por el Seprona en el marco de su investigación. Los agentes han asegurado que, tras la primera inspección, el Ayuntamiento facilitó los listados para que Marín, acusada también de un presunto delito de falsedad documental, incluyese las firmas de varios veterinarios, firmas que no aparecían en los listados iniciales. Uno de los agentes del Seprona ha manifestado que fueron los propios funcionarios del Ayuntamiento, «que estaban indignados», quienes les hicieron llegar estos hechos «pero pidieron que fuera de forma confidencial por problemas con el entonces alcalde», Pedro Fernández Montes.
Tanto la defensa de Marín y Barco como la acusación, formada por el Ministerio Fiscal, el Colegio de Veterinarios y las asociaciones El Refugio y Afectados por Parque Animal, presentarán hoy sus conclusiones y el caso quedará visto para sentencia.
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