Condenado por atracar dos veces el mismo supermercado y asaltar una vivienda en un mes

El primer atraco fue cometido el 31 de octubre de 2010. El procesado, junto con otra persona que no ha sido identificada, entró en el supermercado poco antes del cierre del establecimiento con el rostro cubierto con una máscara y empuñando una pistola de aire comprimido y un cuchillo jamonero. Una vez dentro, apuntó con el arma a las empleadas para atemorizarlas y consiguió hacerse con los 450 euros que había en la caja.

Un mes después, los dos hombres asaltaron una vivienda. Consiguieron entrar escalando por la ventana de un piso situado en una segunda planta. Dentro estaba su propietario, a quien el procesado, con el rostro cubierto con un pasamontañas, le sujetó fuertemente mientras abría la puerta de la vivienda para que entrase el otro hombre. Después, ambos lo golpearon y lo amordazaron. A continuación, se apoderaron de las joyas de su difunta esposa, una cartilla de ahorros, 150 euros en metálico, varios relojes y un móvil. Las joyas fueron valoradas en 2.319 euros, mientras que el teléfono sustraído fue hallado en poder de la hermana del acusado. En la vivienda de éste también fueron encontrados dos de los relojes robados.

Al día siguiente del asalto a la vivienda se presentaron nuevamente en el supermercado que atracaron un mes antes. Esta vez iban con la cara tapada con pañuelos. Apuntaron con un arma a las empleadas del comercio y se apoderaron de la recaudación que había en la caja registradora, un total de 650 euros.

Las joyas robadas en la vivienda fueron valoradas en 2.319 euros, mientras que el teléfono sustraído fue hallado en poder de la hermana del acusado. En la casa de éste también se encontraron dos de los relojes de los que se habían apoderado.

El condenado tenía antecedentes penales por robo con violencia y por intento de robo con fuerza por los que fue condenado en sendas sentencias a un año y medio de prisión por el primero y seis meses por el segundo.

En su sentencia, la Audiencia Provincial de Málaga aplica la circunstancia atenuante de reparación del daño, porque el acusado ha consignado 1.740 euros para responder la responsabilidad civil.