Málaga a trazos

A ritmo de charlestón

Domingo, 6 de diciembre 2020, 00:54

Mientras el palacio de los marqueses de Crópani dirige su mirada al frente con impasible severidad, su racionalista vecino –poseído por el espíritu de los ... locos años veinte del pasado siglo, cuando fue construido– parece susurrarle algo al oído. ¿Le estará tarareando un ritmo? Se diría que sí; un charlestón, para más señas. El envarado aristócrata titubea un instante aunque sin dejar traslucir sus emociones, a la vez que su pareja extiende hacia él sus balcones a modo de invitación.

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El prodigio está a punto de suceder en una calle Álamos reconvertida en pista de baile; pero, sobre el asfalto, una conversación más mundana reclama la atención del paseante. Se trata de uno de esos pequeños dramas cotidianos que acaba por disipar la ensoñación, eclipsando el insólito diálogo entre tan venerables edificaciones: un repartidor y un taxista se disputan el derecho a ocupar la misma porción de calzada.

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