Raquel Periñán
Nunca olvidará el 16 de marzo. Raquel Periñán pasó de trabajar en las consultas de pediatría del Materno Infantil de Málaga a ponerse en primera ... línea de combate contra una enfermedad nueva, desconocida: el coronavirus. Su colectivo, las auxiliares de enfermería, en femenino porque predominan las mujeres, onstituyen el grupo sanitario que más contagios acumula en Andalucía, por encima de los profesionales de la medicina y la enfermería. No es casualidad: su contacto con los pacientes resulta constante. Trabajar con niños ha disminuido la carga dramática de un virus que se ceba con los mayores pero apenas afecta a los menores: «Lo más complicado ha sido la logística, el protocolo anticovid. No hemos tenido casos graves, aunque ha habido días que hemos tenido tres positivos en planta».
Publicidad
El reto era no asustar a los niños pese a los equipos de protección individual (EPI), a los que el mundo ya se ha acostumbrado a base de verlos en televisión pero que en marzo imponían: «Les parecíamos astronautas. A veces tenían más miedo las madres y los padres que ellos». Por eso resulta importante mantener «la alegría» pese a la incertidumbre: «Sabemos a lo que vamos. Tenemos que romper las barreras que levanta el virus». Se refiere al aislamiento, pero también al miedo que espanta cada día cuando su familia le dice: «Ten cuidado».
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión