Los jóvenes empezarán a disponer del dinero para adquirir productos culturales a partir de este mes de septiembre. SUR

«No sabía que hacían falta tres carreras para pedir el bono cultural»

Los problemas técnicos y de registro para solicitar el incentivo de 400 euros del Gobierno encienden las redes sociales con las quejas de los jóvenes

Lunes, 5 de septiembre 2022, 00:19

Francisco M. se abraza a su amigo con el mismo entusiasmo que el día que se graduaron. Ahora, celebran que han logrado tramitar la solicitud ... del bono cultural joven, todo un desafío para quienes aún no están entrenados para medirse a la Administración y avanzar en la carrera de obstáculos que es la burocracia.

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Ha sido un «bautizo» por todo lo alto, que les ha abierto los ojos, a él y a toda una generación de nativos digitales, acostumbrados a las nuevas tecnologías y a navegar por Internet como peces en el agua, de lo frustrante que puede ser en ocasiones hacer trámites telemáticos.

Y es que desde el pasado 25 de julio, 18.000 jóvenes malagueños que cumplen los 18 años a lo largo de 2022 pueden solicitar una ayuda de 400 euros para gastarlos en productos y actividades culturales. La entrada a un concierto, la nueva entrega de un videojuego o una suscripción a Spotify premium son solo algunas de las opciones de este incentivo del Ministerio de Cultura y Deporte.

Hasta el mes de agosto, se habían adherido más de 3.000 empresas y se habían recibido unas 180.000 solicitudes de las 500.000 que prevé el Gobierno (total de nacidos en España en 2004), pero se desconoce cuántas de ellas se tramitaron desde Málaga, ya que según indicaron a este periódico desde el Ministerio de Cultura «por el momento» no disponen de datos por regiones ni provincias. Tampoco quisieron entrar en los polémicos problemas técnicos con los que se están encontrando los solicitantes, solo se limitaron a remitir a un teléfono (91 7406793) y a un correo (bcj@fnmt.es) para resolver dudas.

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Y es que la sugerente propuesta conlleva una tramitación ardua, casi una «misión imposible». Un «caramelo» que se le está atragantando a muchos y que ha encendido las redes sociales con innumerables quejas, sobre todo, por los fallos con los servidores de los portales oficiales y las complicaciones en el trámite para la identificación personal: «No sabía que hacían falta tres carreras y dos másteres para solicitar el bono cultural» (@alextiintor22). O, «si he conseguido pedir el bono cultural, puedo hacer todo lo que me proponga en esta vida» (@mariosotto). Otra: «Pedro Sánchez te has quedado sin mi voto por los 3.749.237 pasos del bono cultural» (@dmemoryboy). Y hay quien tras lograrlo bromea: «Ya he pedido el bono cultural, solo he tenido que matar al dragón del end, capturar un pokemon legendario, conquistar Gibraltar y encontrar la cura del cáncer» (@Dani_22_02).

De los 210 millones presupuestados por el Gobierno para esta iniciativa, Málaga recibirá 7,2 millones para un bono, que puede solicitarse hasta el próximo 15 de octubre.

Quienes ya han cumplido los 18 años tienen que hacer la solicitud mediante certificado digital o DNI electrónico, y quienes obtengan la mayoría de edad este año, pero sean menores durante el plazo de solicitud, tendrán que identificarse a través de Clave PIN o clave Permanente.

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Así lo ha realizado Pablo M., quien reconoce que le resultó más complicado obtener la Clave PIN que tramitar en sí la solicitud, que para su sorpresa la hizo «en cinco minutos». «Encontraba mucha información explicando qué es la clave PIN y para qué sirve, pero no dónde tenía que ir a solicitarla aquí en Málaga. Quienes ya han cumplido los 18 años la piden en la web de la Agencia Tributaria y se la mandan a casa, pero al ser menor de edad, tenía que ir presencialmente acompañado de mis padres a una administración para que me la facilitasen. Al final, en una web del Gobierno (administracion.gob.es), accedí a un buscador y al meter mi código postal, me dio la dirección de las oficinas más cercanas; en mi caso, en calle Ollerías».

Pese a su éxito, el sistema de autenticación está generando verdaderos quebraderos de cabeza. Hay a quienes identificándose con la Clave PIN o la Clave Permanente les requiere la autofirma, un software de firma electrónica del Ministerio de Hacienda únicamente disponible para ordenador y que para obtenerse requiere el certificado digital. Sí, un certificado digital que no conceden a los menores, que entran en bucle cuando se la piden sin tener que hacerlo.

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Representante legal

Por eso, algunos solicitantes que aún son menores de edad han optado por una de las vías más desconocidas, pero más directas: a través de un representante legal que sí tenga certificado digital. En este caso, tiene que registrarse el adulto para poder iniciar la tramitación de la solicitud. A continuación, rellenará sus datos personales y los del menor. Luego, le pedirá la firma digital y así habrá completado el proceso.

En el caso de los que ya tienen 18 años, el sistema de identificación más idóneo es el certificado digital. Y aquí empieza la travesía por el desierto: primero, solicitándolo a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) a través de su web. Para ello, hay que instalar un software para la gestión de claves y rellenar un formulario, que acabará con el envío de un código de solicitud. Después, hay que acudir a una Oficina de Acreditación de la Identidad (con cita previa), en la que habrá que presentar el Código de Solicitud y, finalmente, ya de vuelta a casa y en el ordenador (no en el móvil ni tablet), desde la web de la Fábrica de Moneda y Timbre, descargar e instalar el certificado. Y en este paso llegó el primer problema para Carlos V., que tras intentarlo en numerosas ocasiones tuvo que volver a una oficina de acreditación para que le dieran un nuevo código. «Me desenvuelvo bien con las nuevas tecnologías, pero siento impotencia cuando no logro acabar con un trámite aparentemente simple. Se agradece el bono cultural, pero desespera el proceso que hay que seguir para conseguirlo. Creo que podían haber habilitado otro menos complicado para acceder a él y estoy seguro de que muchos se quedarán a mitad del camino y acabarán desistiendo».

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En pedirayudas.com, un portal donde orientan en la realización de trámites, creen que todo hubiera sido más sencillo si el Gobierno hubiera tirado de los datos censales que tiene registrados, «enviando los bonos directamente a los hogares de los perceptores», indica Esther Rodríguez, directora del portal. Aun así, considera que puede ser una buena ocasión para que se familiaricen con la obtención de mecanismos de autenticación y conozcan cómo se emplean en los trámites administrativos 'on line'.

La solicitud del bono mediante certificado digital se realiza en cuatro pasos: Una vez elegido el método de identificación, se rellenan los datos personales y seguidamente se firma la solicitud, pero aquí es donde los usuarios se dan de bruces con la realidad al no reconocerles la autofirma. «Vaya, algo salió mal. No se ha podido abrir el software de autofirma», aparecía en cada nuevo intento que realizaba Francisco M., que logró formalizar su solicitud después de toda una tarde cambiando de navegador (mejor Firefox), desbloqueando ventanas emergentes y consultando web que arrojasen luz a tantos contratiempos.

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Al final y cuando a punto estaba de desinstalar la aplicación de autofirma, se topó en la web de la FNMT con una página de posibles errores. «Allí vi la opción de 'Restaurar instalación' y, tras pinchar, accedí a una nueva ventana para poder 'seleccionar un certificado'. Desde ahí me permitía buscar el mío en la carpeta donde lo había guardado y tras aceptar, vi la luz: 'Solicitud firmada y registrada' y casi no me lo creo». «Si querían aburrirnos o entrenarnos para aprender a desenvolvernos por una administración digital tediosa, lo han conseguido. Después de esto, creo que puedo con todo».

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