La valla de nunca acabar

Una de las propuestas de marzo era de Ciudadanos, aprobada por unanimidad. Su portavoz, Noelia Losada explicaba que un cierre acristalado era mucho mejor, pero ponía sobre la mesa que había que intentar por todos los medios que no hubiese ningún tipo de valla, ya que «la apertura del puerto a la ciudad ha sido un gran avance para Málaga» y ponía el ejemplo de Puerto Banús, que tiene una zona de atraques sin delimitación, que posibilitaba la concurrencia de visitantes y usuarios de los yates.

Cabe recordar que, aunque el PP no firmara ninguna iniciativa, sí votó porque el Puerto reconsiderara quitar este obstáculo visual «tal y como aparece en la cláusula 3 de concesión en el pliego de bases del concurso para la marina de megayates». En esta línea, el concejal de Urbanismo, Raúl López también se mojaba, y decía sin ambages: «Trabajaremos con coherencia para conseguir la eliminación de esa valla». Así que la intención de la Corporación en pleno es que esa separación se elimine por completo, como ha quedado acreditado en las actas plenarias.

Pues con el ejemplo de Puerto Banús en mente, que es un puerto que se ha visto seguro para el tránsito de barcos y su uso al mismo tiempo para los paseantes, la concejala de Cultura y Deportes volvía ayer al Puerto de Málaga a conocer de primera mano cómo la Autoridad Portuaria estaba llevando a cabo la demanda que le hacía la Corporación de Málaga.

Lo cierto es que la primera impresión, tras la reducción de la altura, fue positiva para Losada, quien indicó que se había eliminado la barrera visual en gran medida, se habían instalado bancos y macetas, pero indicó que «merece la pena estudiar su completa eliminación para que no haya barrera física; la apertura completa sería lo ideal», como subrayaba durante su paseo con el asesor de Cultura y Deportes, Alejandro Carballo.

Losada recordaba que en la moción que había llevado Ciudadanos a pleno hace dos meses se debatió el asunto porque «fuimos perfectamente conscientes de que se había despertado un malestar por los barrotes elevados. Abrir el Puerto a la ciudad ha sido una de las claves de la transformación de Málaga, y hay que profundizar en esa línea. Mejor sin vallas; hay ejemplos en muchos recintos». Pero por si había alguna duda, la portavoz naranja se posicionó a favor del proyecto de megayates, como ya ha hecho su formación en otras ocasiones, por lo que puntualizaba que querían ser constructivos en este tema, ya que la instalación también es buena para la ciudad. «Añadimos un segmento turístico de gran poder adquisitivo. Y en conjunción con la futura Marina de San Andrés puede multiplicar exponencialmente nuestro potencial turístico», resumía.

Por todos estos motivos, y con un tono moderado, pidió de nuevo a la Autoridad Portuaria que estudie las posibilidades para que no exista ninguna valla. «Se trata de redondear un proyecto que va a favorecer la actividad de toda la industria relacionada que crecerá a su alrededor, con la posible creación de unos 800 puestos de trabajo directos e indirectos. Esta nueva zona incorporará 31 puntos de atraque para embarcaciones de 30 a 180 metros de eslora y los promotores estiman un impacto económico anual de unos 100 millones de euros para la ciudad», terminó diciendo al tiempo que miró para Marbella: «Puerto Banús es un buen ejemplo».