La mejor pareja de polis malos

Así, pues, medie la moción que medie, sea de quien sea, si se trata de urbanismo, el espectáculo del toma y daca con la pareja dialéctica por derecho está más que asegurado. Textos cuidados, 'punch', ironía a raudales y sarcasmo sin medida. Si se pusiera de moda el 'dialoguismo', ellos serían firmes candidatos a debatir en cualquier plataforma. Se gustan en la contienda de la palabra.

López disfruta diciéndole a Ruiz Araujo la siguiente frase: «Como usted me busca...», en la que se regodea, y detrás enarbola su retahíla de 'como está visto que usted no se entera se lo voy a explicar'. Ruiz Araujo le suele atacar con «la desastrosa gestión» que hay en la Gerencia de Urbanismo cuando es López el concejal delegado del área y con la «rémora» de los más de 20 años de gobierno de De la Torre. En el último pleno, su rivalidad en la oratoria quedó patente en tres ocasiones, de tal forma que acapararon parte del peso de la sesión. La primera llegaba de la mano de Ruiz Araujo para decirle a la portavoz naranja, Noelia Losada, que estaba cada vez más encorsetada, y que se vislumbraba un «divorcio doloroso», que no contaban con ella, que el alcalde hacía anuncios de sus áreas sin decírselo, que había tenido que tragar con el pacto con Cassá y que era obvio que el PP le estaba preparando el relato de la ruptura. Todo esto, antes de argumentarle sobre el acceso Norte al aeropuerto, que era el asunto que Losada ponía sobre la mesa.

López, detrás, le achacaba haber hecho una especie de Falcon Crest entre De la Torre y Losada, lo que le daba un toque ochentero a la sesión, para pasar a decirle que quería exportar al gobierno municipal sus quehaceres con el gobierno nacional y sus socios, que están al norte de su postura, es decir Unidas Podemos. En estos dardos de una bancada a otra son de las pocas ocasiones en las que se anima la sillería como si de un teatro se tratara y arrancan a reír los asistentes, lo que indica que en ocasiones el público no se pierde en la inexcusable maraña de mociones.

El segundo round llegaba con una moción socialista, que defendía Ruiz Araujo, para proteger el patrimonio y achacaba a los populares derruir Villa Maya, La Mundial, el mal estado de los muros de la Alcazaba y Gibralfaro, la cripta de la basílica de la Victoria, entre otros espacios, denunciando que esto se debía a la dejadez de los 22 años de gobierno de De la Torre. «El daño que ustedes le hacen al patrimonio es propio de bárbaros», apuntaba.

López le atacaba con la barbaridad de encapsular las bóvedas de la Catedral, que propugnaron los socialistas, que es lo que más daño le había hecho al edificio y hablaba de la fantástica muralla del párking de la Marina, que quisieron tirar con nocturnidad y alevosía en la época de Pedro Aparicio y las piletas del Museo Picasso, que aparecieron y desaparecieron como el Guadiana, «¿dónde están?». A lo que Ruiz Araujo le espetaba que hay un listado de atentados patrimoniales en Málaga y argumentaba que tres estaban en la lista roja: el acueducto de San Telmo, la iglesia del Sagrario o la Cripta de la Victoria.

López sacaba a colación un plan de 1985 por el que el PSOE de entonces quería tirar 1.400 viviendas por ruinosas para construir 3.500 nuevas. «Tiene usted la oportunidad de venirse a este lado, pero no le pido que se afilie al PP, pero sí que nos apoye un poquito», apostillaba el popular, para terminar, a su contrincante socialista.

El tercer round era el que enfadaba a Ramos sobremanera porque había presentado ella la moción, como otras muchas veces, en esta ocasión para hablar sobre la valla del puerto. Tan divertidos ellos con su toma y daca sobre la valla y la verja del puerto, y lo que hizo la Junta en la época socialista, y que lo pasó a hacer el Ayuntamiento, que Ramos protestaba airada de que López no le contestara a ella: «Yo sé que a ustedes les va la movida del pim pam pum, del y tú más, y cuando gobernaban ustedes, y ahora que gobernamos nosotros, pero esto no es lo que nos trae aquí» y le hacía valer que la iniciativa la había presentado Unidas Podemos. Ellos, para no variar, seguían con su duelo dialéctico.

En el pasado pleno, cuarenta alumnos de la Facultad de Periodismo de la UMA asistieron a la sesión acompañados de su profesora de 'Periodismo político y económico', Laura Teruel. El alcalde Francisco de la Torre les saludaba y le daba la bienvenida. La concejala socialista Rosa del Mar Rodríguez, al igual que otros ediles, también los saludaba y les pedía que no fuesen nunca a ruedas de prensa para ver un plasma (recordando a Mariano Rajoy), a lo que más tarde el concejal popular Luis Verde hacía lo propio y les recomendaba que no dejaran nunca que los echaran de una rueda de prensa (como pasó en enero en Moncloa, cuando no invitaron a los medios críticos con Pedro Sánchez para explicar cómo se repartían los fondos de la UE). Como ven, hubo para todos.