La poesía no envejece

Entre los estudiante, Luis Alberto de Cuenca compartió el vigor y juventud de su poesía. Una poesía por la que parece no pasan los años y que aborda temas que, a sus edades, están muy presentes. El amor en la obra del Premio Nacional de Poesía ha sido el tema escogido para esta antología, presentada ayer como uno de los actos del 40.º aniversario del Salvador Rueda. Amor y muerte son los temas preferidos de los poetas, dijo a los alumnos. Y confesó que cada vez escribe menos porque tiene la sensación de que «ya lo he dicho todo».

Profesores del centro han preparado esta antología comentada. Han seleccionado 21 poemas sobre el tema del amor, «uno de los preferidos del poeta madrileño», según el coordinador del trabajo, Mariano Benavente. Un número que tiene también un gran simbolismo, pues, como comentó, es «un guiño» hacia otro autor en el que ese mismo asunto literario es fundamental en su obra, el chileno Pablo Neruda, homenajeando así el libro del Nobel de Literatura 'Veinte poemas de amor y una canción desesperada'. 

'Hola, mi amor. Soy tu poema...' es el título de la antología, con consideraciones preliminares y coordinación de Mariano Benavente Macías, profesor de Lengua y Literatura del IES Salvador Rueda. Además de los 21 poemas comentados por profesores del centro, se incluye la impresión de los alumnos y un epílogo del propio autor. Sobre la selección de los poemas, indicó que ha sido un proceso «muy democrático», a partir de unos cincuenta que él previamente eligió.

Benavente recordó que hace ya 27 años contó con Luis Alberto para un encuentro literario, en aquella ocasión en un instituto de Palma del Río, y, curiosamente, los gustos poéticos de los alumnos de entonces y de los de ahora son muy coincidentes. «La poesía sirve para cinco o seis generaciones», respondió con un toque de humor el autor. Y el objetivo de este libro es «animar a nuestros jóvenes a que sepan saborear un género, el de la lírica, que siempre ha padecido la consideración de ser minoritario, aunque hoy en día se van viendo atisbos de que va cobrando cada vez más eco».

En la conversación con los estudiantes, algunos se sorprendieron al conocer que Loquillo ha puesto música a algunos de sus poemas. O que el popularizado por la Orquesta Mondragón 'Hola, mi amor, yo soy el lobo' (del que toma el título la antología) ha salido también de uno de sus libros. Poesía y música, les explicó, comparten los ritmos, por lo que se complementan muy bien. Como el rock, la poesía nunca muere.