El patrimonio industrial, en el tablero de juego del Politécnico
Alumnos y profesores del Jesús Marín han preparado un Monopoly basado en las fábricas históricas, realizarán una escultura y una coreografía
Las principales industrias malagueñas llevadas a un juego tan popular como es el Monopoly. Un proyecto educativo del IES Politécnico Jesús Marín que ha visto ... la luz este curso gracias al trabajo de varios departamentos, implicados en un proyecto transversal que ha involucrado a varios departamentos del centro y a otros dos institutos, uno de Madrid y otro de Orihuela. El proyecto ha contado además con financiación tanto del Ministerio de Educación como de la Junta de Andalucía. El trabajo de los alumnos ha dado como resultado un blog y una aplicación para móviles en los que se recoge información detallada de cada una de estas industrias, fotografías o un mapa de situación.
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Las conocidas calles de Madrid aquí se han sustituido por nombres que forman parte del patrimonio industrial y arqueológico de Málaga: La fábrica de plomo de Los Guindos, la ferrería La Constancia, La Industria Malagueña, la fábrica de estuches San Andrés, Metalgráfica Lapeira, el Acueducto de San Telmo o la Estación de Ferrocarril son algunas de las 'casillas' que dan forma al tablero de juego. No podían faltar la prisión, el impuesto de lujo o la casilla de la suerte. Como corresponde a esta época de nuevas tecnologías, se ha incluido un código QR para escanear las normas del juego. Y de las impresoras 3D del instituto han salido las fichas, que reproducen algunas de las típicas torres que aún siguen en pie dando testimonio de aquella floreciente y pujante Málaga industrial.
Aurora Aranda Báez, profesora de Geografía e Historia, es la coordinadora de este proyecto de dos años de duración que ya está dando resultados muy llamativos. «El Politécnico es un instituto muy grande, con muchos profesores y departamentos a veces inconexos. A partir del 'Malakabot' (un certamen de robótica que organiza el centro) se abrió una vía de trabajo interdisciplinar, que ha implicado a varios departamentos y que nos ha permitido también colaborar con otros institutos españoles», explica.
En concreto, son dos proyectos de innovación educativa los que desarrolla el Politécnico Jesús Marín, uno del Ministerio de Educación y FP, y otro de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, con dos años de duración. Se trata de trabajar desde distintas áreas y asignaturas el patrimonio industrial de Málaga, un objetivo al que se han sumado otras dos comunidades autónomas, Madrid (IES Juan de la Cierva), y la Comunidad Valenciana (IES El Palmeral, Orihuela). «Se trataría, por tanto, de un reto a tres bandas coordinado desde Málaga, que contaría con el aval de la UMA, y la colaboración de la Asociación en Defensa de las Chimeneas y el Patrimonio Industrial de Málaga», apunta la docente.
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El objetivo no es otro que difundir y sensibilizar sobre un pasado industrial sobre el que se asienta la Málaga tecnológica de hoy en día. «Desde las posibilidades que nos permite la Enseñanza Secundaria por llegar a un amplio espectro de nuestra población joven, estamos convencidos de la importancia de divulgar nuestro patrimonio industrial entre las nuevas generaciones, a partir de la premisa de que hay que conocer y difundir, para sensibilizar y proteger, formando desde las aulas ciudadanos comprometidos con su entorno y su patrimonio», afirma la coordinadora del proyecto.
De esta manera, alumnado de Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional de hasta 10 áreas de enseñanza distintas se han empleado a fondo durante este curso 2022/23 para crear herramientas que potencien el conocimiento y la difusión de los hitos que se conservan del patrimonio industrial. Entre otros trabajos se ha creado una web y una 'app' que permiten acceder de forma fácil a cualquiera de las chimeneas y fábricas que se conservan en Málaga.
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En el Monopoly, los protagonistas son las grandes industrias del pasado. Alumnos del proyecto integrado de Edificación han diseñado y construido el tablero. Las fichas son las chimeneas Mónica, la del mercado del Carmen o Colonia de Santa Inés realizadas con impresoras 3D. Las tarjetas también están personalizadas, y se recoge asimismo la Alegoría de Málaga, el fresco que cubre el techo del Teatro Cervantes y que hace referencia a ese pasado industrial del siglo XIX.
Blog y 'app'
Desde el departamento de Historia se ha trabajado con los alumnos en la labor de documentación y los profesores y estudiantes del grado Superior en Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma han desarrollado una web y una aplicación para móviles, 'La IndustrialEra', en las que está recogida toda esta información. La traducción y locución en inglés y francés ha sido labor de otro grupo de estudiantes. Y desde el departamento de Edificación se han geolocalizado cada una de las entradas del blog.
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En el proyecto también ha participado la Asociación en Defensa del Patrimonio Industrial de Málaga. Asegura la profesora Aranda que «les ha encantado» y que han sido invitados a presentarlo en el próximo IV congreso internacional de Patrimonio Industrial y la obra pública que se celebrará en octubre en Jerez. Posteriormente, en diciembre, han sido invitados a exponer esta aplicación en sociedad con motivo de la presentación de su calendario en diciembre.
Obra artística reciclada
Además de seguir trabajando y perfilando estos trabajos que ya están en marcha, el equipo se plantea nuevos retos para el segundo año de duración del proyecto, que pasan por la implicación de la electrónica o el arte. Así, el departamento de dibujo trabaja en una pieza artística, que llamarán 'El corazón de Málaga' y que será realizada a partir de engranajes y piezas recicladas, «como homenaje a una etapa industrial ya extinta», explica la profesora Aranda. «Los compañeros del departamento de Mecánica nos han ido guardando piezas de los desguaces con las que trabajan en los vehículos, y a partir de este material se va a hacer esta intervención artística», señala.
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Otro de sus proyectos está relacionado con las artes escénicas. Preparan una coreografía que, a través de la música, haga un recorrido por esta cuarta revolución industrial. Además, el instituto imparte una asignatura optativa de canto en el Bachillerato de Artes. Los alumnos que participan en un proyecto Erasmus irán a Francia con un repertorio que evocará los primeros tiempos de la industrialización. En la escenografía, el rojo característico de una de las pocas industrias del XIX que sigue en activo: Óxidos Rojos de Málaga. Un pasado que se hace presente gracias al trabajo de alumnos y profesores de este instituto tan ligado a la formación profesional.
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