La zona Alameda de Colón es muy frecuentada por las palomas. Francis Silva

Palomas y cotorras argentinas: unas 'vecinas' sucias y ruidosas

Habitantes de la zona de la Alameda de Colón denuncian la invasión de esas aves

Ángel Escalera

Málaga

Domingo, 20 de mayo 2018, 00:53

La proliferación de palomas y de cotorras argentinas o cotorritas verdigrís trae de cabeza a las personas que viven en la zona de la Alameda ... de Colón, el Soho y el Muelle de Heredia. Esas aves, cuya presencia ha aumentado en los últimos años, son unas molestas 'vecinas' que provocan muchas incomodidades a los habitantes de esa parte del Centro de Málaga, que se ven impotentes para hacer frente al ruido de las cotorras, que se han adueñado de las palmeras de la Alameda de Colón, donde tienen sus nidos, y a la suciedad que originan las palomas, que vuelan libremente por todas partes y dejan caer sus excrementos sobre ventanas, balcones, poyetes, terrazas y patios.

Publicidad

«La situación es cada vez más insoportable. La presencia de aves ha crecido de forma importante. Nos han invadido. No sabemos qué hacer. Necesitamos ayuda del Ayuntamiento y de la Junta de Andalucía. Es necesario que actúen y frenen el incremento de palomas y cotorras argentinas», explicó a este periódico una mujer que vive en el edificio conocido como la torre de la Alameda de Colón. Según dijo, su marido sufre una neumonitis por hipersensibilidad a las aves. «A mi esposo, por su enfermedad, no le viene bien la proliferación de palomas y cotorras» relató esta mujer. Otros ciudadanos también expresaron el malestar que les causan las aves, cuyo aumento les amarga la vida, sobre todo por el ruido, la suciedad y los destrozos que causan.

Los vecinos relatan que las palomas hacen sus nidos en algunos edificios abandonados de la zona y luego sobrevuelan los inmuebles cercanos, en los que dejan un rastro de porquería en forma de deyecciones, restos de alimentos y plumas. «Ya no podemos ni tender en los patios, porque los excrementos de las aves nos manchan la ropa y nos dejan las terrazas muy sucias», indicó la vecina citada anteriormente, que añadió que el escándalo de las cotorras es otro elemento que distorsiona la tranquilidad de las personas que viven en esa parte del Centro de la ciudad. La cotorra argentina, nativa de Sudamérica, fue avistada por primera vez en España en libertad en 1975 en Barcelona. En 1978 llegó a Málaga. 

En relación a la petición de ayuda al Ayuntamiento de Málaga por parte de los habitantes de la zona de la Alameda de Colón, el director del Área de Medio Ambiente, Luis Medina, explicó que el Servicio de Vigilancia Sanitaria Ambiental se encarga del control de las aves. Así, en los lugares donde hay una gran concentración de palomas, se colocan jaulas con pienso en su interior como método que ayuda a su captura.

Expertos aseguran que el número de esa especie exótica invasora de loros se duplicará cada cuatro años si no se adoptan medidas

En cuanto a las gaviotas, cuya presencia también es habitual en las inmediaciones del puerto de Málaga, Medina afirmó que la competencia municipal está limitada. «Solo podemos intervenir para retirar huevos o polluelos cuando las gaviotas, en la época de nidificación, se vuelven agresivas y pueden ser peligrosas para las personas», subrayó. Sobre las cotorras argentinas, el director del Área de Medio Ambiente puso de manifiesto que son una especie exótica invasora, cuyo control es competencia de la Junta de Andalucía. El Ayuntamiento solo está autorizado a retirar nidos de esas aves cuando hay riesgo para los ciudadanos. En esas ocasiones, actúan operarios de Parques y Jardines.

Publicidad

«El tema de las cotorras argentinas nos preocupa mucho. Por eso, el año pasado encargamos un estudio sobre las colonias de esas aves en la ciudad. Este no es un problema solo de Málaga, sino de muchos municipios de la provincia y de la Costa del Sol», aseguró Luis Medina. Málaga es la ciudad con un mayor número de cotorras argentinas tras Madrid y Barcelona, precisó el director municipal de Medio Ambiente. El mencionado estudio fue elaborado por los investigadores José Luis Postigo y Juan Carlos Senar, de la Universidad de Málaga y el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona.

Más de 3.000 ejemplares

Antonio Román Muñoz, profesor e investigador de la Facultad de Biología de la Universidad de Málaga (UMA), tras ser consultado por SUR sobre los problemas que las aves provocan a los vecinos de la zona de la Alameda de Colón y el Soho, señaló que en la capital malagueña hay ya más de 3.000 ejemplares de cotorras argentinas, un número que se duplicará cada cuatro años si no se toman medidas para reducir esa especie exótica invasora. El profesor Román, que es autor de numerosos trabajos sobre aves en la provincia de Málaga, puso de relieve dos motivos por los que aumentan las cotorras. Por un lado, por la ausencia de animales depredadores que acaben con ellas y, por otro, por su gran supervivencia. Esos loritos se reproducen durante todo el año, con varias puestas. Su alimentación está asegurada gracias a la basura.

Publicidad

La captura de las cotorras es cara y compleja

El profesor e investigador de la Facultad de Biología de la UMA Antonio Román explicó a este periódico que la captura de las cotorras argentinas es cara económicamente y compleja de llevar cabo, ya que los ejemplares de esa especie invasora son muy escurridizos. Sobre qué debería hacerse para lograr una disminución de palomas en libertad en el Centro de la ciudad y en distintos barrios, Román indicó que hay que controlar su presencia, ya que generan mucha suciedad y molestias a los vecinos. El profesor se refirió a que en el recinto portuario hay mucho alimento del que se nutren las palomas, entre otras aves. «Si se limita la posibilidad de que accedan a la comida, se reducirá el número de palomas», apostilló.

Este experto precisó que hay un decreto nacional desde 2013 que cataloga a la cotorra argentina como una especie invasora y prohíbe su comercialización y tenencia. El decreto abre la puerta a la erradicación de esos loros. El profesor Román considera que hay que actuar con los ejemplares que vuelan en libertad por Málaga para impedir que hagan colonias en las zonas del Valle del Guadalhorce y de la Axarquía, puesto que eso sería muy dañino para los cultivos, teniendo en cuenta la voracidad de las cotorras. A ese respecto, puso como ejemplo que acabaron con suma facilidad con los frutos de los almendros que hay el aeropuerto malagueño. En referencia al ruido que hacen, Román significó que las cotorras argentinas, en relación a su tamaño, son los loros con un reclamo más intenso.

Las cotorras argentinas originan un ruido muy fuerte con su reclamo. Francis Silva

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad