
Los Baños del Carmen constituyen una singularidad litoral de excepcional valor. Allí se citan dos de las facetas más representativas de nuestra ciudad: la burguesa y la marítima; son una pieza que, como Jano, muestra dos caras adosadas que miran en direcciones opuestas. El balneario es la Málaga ociosa y turística que contempla los atardeceres radiantes; pero, a su espalda e íntimamente imbricada con ella, está la ciudad laboriosa que mira tanto al barrio como a mar adentro, encarnada en Astilleros Nereo.
Publicidad
Allí, discretamente enhebrada en el tejido urbano de Pedregalejo, hay una nave de los prodigios en la que buceta, sardinal o jábega no son palabras conservadas en formol, sino materia viva en proceso de maduración. En su interior se conserva un tesoro de valor incalculable que los malagueños deberían conocer y estimar: la sabiduría ancestral de los antiguos constructores navales, transmitida de generación en generación.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
«De repente, no sientes nada y no puedes moverte»
El Diario Vasco
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.