Málaga vuelve a bailar

Paseando por la ruta de discotecas y bares de las calles de la ciudad a partir de las doce de la noche todavía muchos grupos terminaban de cenar o aprovechaban el último rato de terraza de la noche tomando algo en la calle. Como les pasaba a Pablo y Andrés, que disfrutaban junto a su grupo de unos refrigerios antes de buscar algún plan de discoteca. Y comentaban este primer viernes de 'casi nueva normalidad' en el ocio nocturno: «Hay que reactivar la economía de este sector. No hay ahora mismo datos que digan que no se pueda abrir el ocio nocturno en horario normal», reflexionaban estos dos jóvenes.

Aunque a alguno que otro el horario no le convencía, pero «todo es cuestión de acostumbrarse». O eso confesaba el malagueño Anthony justo antes de entrar a la discoteca: «Llevábamos mucho tiempo esperando que volviera este momento, pero por otro lado me había acostumbrado a irme más pronto y levantarme más temprano, pero bueno, eso nos acostumbramos rápido de nuevo», aseguraba. Eso de los horarios lo comentaba el encargado del local de flamenco Señorío, Alejandro Villalba: «La gente nos está viniendo más tarde, ahora nosotros tenemos licencia hasta las cuatro, pero ese ratito de más nos ayuda a sobrevivir y a volver a lo que estábamos antes», puntualizaba a las puertas de su pub.

Mientras tanto, llegando casi a las una de la madrugada del viernes, Sala Gold tenía unas 200 personas cuando el aforo llega casi a las 500. Había ambiente pero tranquilo todavía a esa hora. Desde las puertas de la zona VIP de esta discoteca, uno de los encargados, Ismael Tieb, celebraba este respiro: «Gracias a Dios. Estamos muy contentos de poder empezar a realizar nuestro trabajo ya y de poder seguir adelante con el ocio nocturno». Unos minutos después, entraba a la sala para seguir trabajando. Mientras, el grupo de amigas de Carlota y Bea, bailaban en unos de los reservados juntos a sus copas. Ahora sí que sí que los temas favoritos pueden bailarse en la noche. Aunque con mascarilla cuando no se respete la distancia de seguridad.

La noche iba ya llegando a su hora de máximo ambiente. Las dos de la madrugada marcaba el reloj y, sentado en Tennesseee -uno de los locales de donde es socio Daniel Maldonado- recordaba el tiempo pasado en estos últimos meses. «Hemos vivido una etapa muy complicada en la que hemos puesto todo lo que estaba de nuestra parte. Pero bueno, eso ya ha pasado y estamos en un momento diferente. Ahora las cosas se ven de otra manera», reflexionaba el empresario. Siguiendo la ruta de ocio nocturno, uno de los puntos claves del Centro, no fallaba en su habitual ambiente. La Plaza Uncibay estaba de lo más concurrida entre relaciones públicas que buscaban dar las mejores ofertas para sus discotecas, grupos de amigos que iban de un lado a otro y la cola de la discoteca Andén, que volvió a abrir sus puertas hace una semana.

La noche siguió hasta que el cuerpo aguantó. Algunos todavía trataban de adaptarse al nuevo horario y no lograron terminar la noche hasta las siete de la madrugada pero, sin embargo, otros, sí que estuvieron hasta que las discotecas cerraron. Aunque no fueron muchos. A eso de las seis de la mañana fue la hora clave en la que por las calles del Centro comenzaba a verse el ambiente de vuelta a casa. Se puede decir que Málaga ya ha dado la bienvenida a esta 'nueva normalidad' del ocio nocturno.