Imagen de la planta de El Atabal. Migue Fernández

Málaga pide fondos europeos para una segunda ampliación del potencial de la desalobradora de El Atabal

Permitiría rebajar las salmueras de rechazo y bajar la necesidad de agua bruta de entrada a la planta, que acaba de cumplir veinte años de vida y es clave para la calidad del suministro

Miércoles, 24 de septiembre 2025, 17:10

Málaga pedirá fondos europeos para mejorar la capacidad de tratamiento de la desalobradora de El Atabal en lo que sería una segunda ampliación de la ... planta. Básicamente se trata de que cada vez haya menos rechazo de salmueras y se logre un mayor caudal desalado para inyectar en red. Las instalaciones, que acaban de cumplir veinte años, son claves para rebajar la elevada conductividad de los recursos procedentes del embalse del Guadalhorce, salinizados por el manantial de Meliones, y para afinar la calidad del agua que procede de pozos y otros recursos extraordinarios. Cabe recordar que la desalobradora ya fue ampliada en su capacidad operativa durante la última sequía a través de una obra de emergencia desarrollada por la Consejería de Agricultura de la Junta.

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Proyecto técnico

Así, la Empresa Municipal de Aguas (Emasa), está trabajando en un proyecto de innovación para aumentar la eficiencia de tratamiento de la planta desalobradora de El Atabal, denominado 'SITAguaS-Soluciones Innovadoras para el Tratamiento de Aguas Salobres', con el que se pretende reducir a la mitad (actualmente es del 20%) el rechazo de salmuera tras el tratamiento del agua salobre procedente de los embalses y pozos, de forma que partiendo del mismo recurso se pueda aprovechar un mayor volumen.

Según las estimaciones, para mantener el suministro actual a la ciudad será necesario extraer un 12,5% menos de agua bruta, lo que supondría un ahorro de unos 7 hectómetros cúbicos anuales. En 2024, entre todas las fuentes de captación (embalses, pozos y azud de Aljaima), el total de agua bruta que llegó a la planta de El Atabal fue de 55,3 hectómetros cúbicos.

Para su impulso, el consejo de administración de Emasa ha aprobado hoy por unanimidad la participación en el procedimiento de concesión de ayudas del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Concretamente, a la convocatoria denominada 'Línea de Fomento de la Innovación desde la Demanda (FID) para la Compra Pública de Innovación (CPI) dentro del Programa Plurirregional de España (PPE) 2021-2027, cofinanciada con fondos FEDER. La compra pública de innovación es una actuación administrativa de fomento de la innovación orientada a potenciar el desarrollo de nuevos mercados innovadores desde el lado de la demanda, a través del instrumento de la contratación pública. La participación ya fue tramitada a la convocatoria de 2024, aunque fue desestimada por razones fundamentalmente económicas.

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Rebaja del importe

Por ello, en este nuevo trámite se ha realizado una nueva consulta preliminar al mercado que, tras modificar y redimensionar la propuesta, ha estimado un presupuesto de 18,5 millones de euros (IVA excluido) frente a los 33 millones que se calcularon en la anterior convocatoria. Además, el porcentaje de la subvención a solicitar se disminuye del 85% al 72%, de forma que la financiación con fondos europeos sería de 13,36 millones de euros mientras los 5,13 millones restantes serían aportados por Emasa, que también se haría cargo del IVA en el momento de la facturación. El periodo de ejecución sería de cuatro años.

En este sentido, cabe recordar que en la anterior convocatoria, a Emasa le fue concedida una subvención para poner en marcha el proyecto 'SIVLAR-Soluciones Innovadoras para la Valoración de Lodos de Aguas Residuales', que supondrá una inversión total de 12,6 millones de euros (10.739.268 serán con fondos europeos). En este caso, el objetivo es potenciar el aprovechamiento de los lodos que se extraen durante el tratamiento de las aguas residuales en la estación depuradora del Guadalhorce para la generación de energía eléctrica para autoconsumo y para su venta, además de producir fertilizantes para uso agrícola y para el abono de los parques y jardines de la ciudad.

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La necesidad de desarrollo científico y tecnológico en el tratamiento de las aguas salobres parte de la realidad de que la tecnología de desalación se ha desarrollado atendiendo fundamentalmente a tratar las aguas de mar. En este caso, la planta de El Atabal debe tratar aguas de características muy diferentes como son las procedentes de embalses salinizados, otras con alto contenido orgánico y otras corrosivas e incrustantes, lo que afecta al rendimiento de producción, eleva el consumo energético y obliga a limpiar las membranas con mayor frecuencia. Con el proyecto que promueve Emasa se pretende reducir el agua de rechazo hasta el 10%, lo que supondría una rebaja del 50% del volumen de aguas vertidas y un aumento de la producción del 12,5%. Además, las mejoras de los procesos supondrían una reducción del gasto en productos químicos y en limpieza de bastidores, duplicar la vida útil de las membranas (hasta los 12 años) y reducir la carga de trabajo.

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