La primera vez que se utilizó el sistema en una red de agua potable fue en Capuchinos. Marilú Báez

Málaga generaliza la 'laparoscopia' para renovar viejas tuberías sin abrir las calles

Saca a concurso un contrato que podría tener una vigencia de hasta cinco años y que prevé una inversión de 16 millones de euros

Miércoles, 5 de noviembre 2025, 12:49

Conseguir que el suministro salga por los grifos y devolver al medio en óptimas condiciones el agua residual una vez tratada depende de mil y ... un factores y procesos, muchas veces invisibles o poco conocidos por el ciudadano. Uno de ellos, como es lógico, consiste en tener en buen estado las tuberías. Emasa, la empresa pública del Ayuntamiento de Málaga, gestiona más de 4.600 kilómetros de conducciones que conforman las redes de abastecimiento y saneamiento. Y para eso necesita lo que se conocen como contratos marco, en los que la adjudicataria realiza una serie de actuaciones ordinarias, planificadas, pero debe asumir las urgencias y peticiones a demanda. El mantenimiento general fue renovado este año por un importe global de 40 millones de euros. Y ahora acaba de salir a concurso otro contrato de gran trascendencia para vecinos y conductores: el de la renovación de conducciones por 'laparoscopia', sin necesidad de las engorrosas aperturas en canal de las calles.

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4.600

kilómetros de tuberías tienen la red malagueña de agua, contando abastecimiento y saneamiento.

La licitación, con posibles prórrogas incluidas, prevé una coste total a cinco años de 16 millones de euros. Está incluida en el plan de inversiones de Emasa, valorado en su conjunto en unos 100 millones de euros.

La primera vez que Emasa aplicó esta novedosa técnica en la red de abastecimiento de agua potable fue hace dos años en la Alameda de Capuchinos. En el sistema de saneamiento sí había sido probada esta tecnología con éxisto con anterioridad.

No siempre posible

Los pacientes de esta cirugía de bajo impacto con tuberías cuya vida útil ha llegado a su fin. En muchos casos, son, además, de fibrocemento. El ahorro en costes, tiempo, cortes de tráfico, polvo o ruido es fácil de entender. Y mientras, bajo la calle, una nueva tubería cobra vida.

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A dichas ventajas, hay que añadir las del considerable ahorro de tiempo y de huella de CO2. La mala noticia es que no siempre se puede utilizar esta técnica no invasiva.

¿Cómo se desarrollan estas actuaciones? Se realiza una especie de encamisado interior que recubre la sección de la tubería. Se procede con instrumental específico actuando desde registros en los extremos de la calle. Por allí se van introduciendo cables, cámaras y el material que realiza la cobertura del tubo. Se utiliza una manga continua o tubería flexible que acaba conformando en el interior una nueva conducción. Todo se controla en tiempo real. Todo se monitoriza.

Manga continua

Hay diferentes sistemas. Uno de ellos es el 'Primus Line', capaz de manejar las altas presiones que se generan en tuberías de abastecimiento. Es un sistema que se puede utilizar en tubos de diámetros de entre 150 y 500 milímetros y la mayor longitud que se ha llegado a instalar es de 3,2 kilómetros.

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El resultado final en el referido caso de Capuchinos, desarrollado por Acuatec, está conformado por tres capas. Las capas interior y exterior serán de polietileno mientras la capa intermedia será una malla tejida de Kevlar (como curiosidad, es una fibra sintética muy utilizada por ejemplo en chalecos antibalas), que dotan a la nueva tubería de una gran resistencia a la presión interior, mientras la antigua resistirá las cargas del terreno. Además, al emplearse una manga continua se asegura la estanqueidad total, puesto que no existen juntas en el tramo instalado. Con esta metodología se consigue que el comportamiento de la nueva conducción sea independiente a la de la existente y más duradera.

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