Málaga se cubre de magia

De repente, un pequeño barullo de pajes reales y cámaras de televisión le pone en alerta. Levanta la mirada y se fija en la de su padre, que le responde con un gesto de aprobación que significa que lo que está pensando es correcto. Apenas levanta un palmo del suelo, pero el niño se ha dado cuenta de que Melchor, Gaspar y Baltasar ya se dirigen con todo su séquito exactamente a lugar de la travesía Pintor Nogales en la que se encuentra.

El niño, en realidad, no es un niño cualquiera. Ni siquiera es uno solo. Es la suma de las decenas de miles de caras que no pueden contener su ilusión porque ha llegado el momento que estaban esperando. Es entonces cuando Melchor –quizá tan emocionado como los más pequeños– rompe el protocolo del desfile para ir a abrazar y a besar a los más pequeños. También a hacerse selfies, porque ahora no solo pueden tocar a Sus Majestades, sino que pueden mostrar con orgullo una fotografía de ellos en los móviles de sus padres.

Como sucede en cualquier acto de esta envergadura, hay un protocolo que es necesario cumplir. Sus Majestades llegan a la Casona del Parque, donde son recibidos por el alcalde. Los reyes le estrechan la mano, pero solo uno –Baltasar– se dirige directamente a Francisco de la Torre. «Tú, Paco de la Torre, tú llevas muchos años en Málaga. Tú eres mi amigo», le dice el rey al regidor mientras le da un sentido abrazo.

Unos minutos más tarde, un niño de Málaga de 12 años de edad lee su carta a los Reyes Magos. Él sí tiene nombre; se llama Pablo Rodríguez de la Cruz, y es la persona que esta ciudad ha elegido como portavoz de todos los chavales que tienen la suerte de vivir aquí. «Es un placer compartir esta tarde con vosotros. Con el poder que se me otorga este año, inicio mi carta con el fin de que ningún niño se quede sin juguete esta Navidad», apela Pablo, al que no le puede el nerviosismo a pesar de estar a junto a los reyes más famosos de la historia.

A Melchor le pide paz y felicidad y poder disfrutar de las cosas bonitas. A Gaspar que ninguna familia pierda nunca la ilusión de la Navidad. Y por último, a Baltasar le ruega que todos los niños tengan un hogar para vivir , una familia con la que poder compartir y sobre todo que todos los niños sean felices. Tres mensajes tan universales que nadie puede evitar compartirlos, y que hace que cada 5 de enero la ciudad de Málaga se ilumine con la ilusión de los niños.

Una bailarinas traídas del reino de Aladdin abrieron el desfile. Los héroes de Marvel, la Patrulla Canina, los personajes de los Looney Tunes y hasta Batman. Personajes contemporáneos que arroparon a los reyes de la ilusión en la noche más mágica.