Cómo afrontar el duelo infantil: «Sobreprotegerlos es lo peor»
La terapeuta malagueña Cristina Vázquez lanza su primer libro para tratar un tema tabú entre los niños y ofrecer las herramientas para gestionar la pérdida
«El duelo de los niños es el gran olvidado». Así plantea el problema la terapeuta malagueña Cristina Vázquez y con un libro busca poner ... la solución a este sufrimiento infantil en el que muchos familiares no saben cómo actuar. 'Hoy despido a Max, mi hámster' aborda en sus páginas la tierna historia de un niño que tiene que lidiar con la pérdida de su animal. Aunque lo que se esconde dentro de este relato va mucho más allá de eso: «Pretende tratar un tema tan delicado y tabú como es la muerte de un ser querido de una manera sencilla, dulce, amorosa y respetuosa para los más pequeños», detalla Vázquez.
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Su propia experiencia personal le hizo pasar de dedicarse al turismo trabajando en una agencia de viaje a preocuparse e interesarse por la psicología y la inteligencia emocional. «Murió mi hermano de forma dramática y sacudió mi vida», confiesa Cristina Vázquez. Se formó y estudió en psicología humanista, terapia Gestalt y en el modelo MAR, entre otros, que es en el que se basa para escribir este libro que surgió tras el fallecimiento de su tía. «No podía dormir y me puse a escribir pero en lenguaje de niños», cuenta la malagueña.
Con 'Hoy despido a Max, mi hámster' nace su primer libro, pero también una guía para niños y padres sobre cómo afrontar el duelo infantil. «Sobreprotegerlos es lo peor. Y eso es lo que hacemos los padres, que queremos cuidarlos y al final lo que hacemos es perjudicarlos hasta el punto de desembocar en problemas de conducta en la adolescencia», asegura Cristina Vázquez. Y lanza unos consejos: «Es necesario hablar en un lenguaje adecuado sobre lo que ha pasado, pero hay que incluirlos. Que les dejen despedirse, ir al hospital a ver al enfermo, acudir al cementerio… Las personas mueren en los hospitales y los niños están totalmente fuera de eso, por eso hay que normalizarlo», reclama.
Lo tiene claro cuando habla del lenguaje: «Hay que utilizar la palabra, hay que decir 'tu madre ha muerto', no esos sinónimos que se utilizan como 'se ha ido al cielo'. Y hay que dejarlos que se expresen, validar sus emociones y entender que los niños no son capaces de estar tristes mucho tiempo porque necesitan jugar, ya que no entienden la tristeza continua», explica Vázquez.
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Con este cuento se pretende que niños y jóvenes aprendan a despedir a su ser querido de forma amorosa con la ayuda de la gestión de emociones del proceso y con herramientas para transformar el dolor en agradecimiento porque, como dice la misma Cristina Vázquez: «Hay que aprender a agradecer por lo que has tenido en vez de sufrir por lo que has perdido».
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