Huella de afección en el entorno del Guadalhorce de los nuevos mapas de riesgo de inundación que la Junta dio a conocer el año pasado. SUR

La Junta admite errores en los nuevos mapas de riesgo de inundación y aminora sus efectos en Málaga

La corrección de los fallos detectados rebaja la inundabilidad plasmada para el arroyo de las Cañas en un 80% y la del Guadalhorce en un 5%

Jesús Hinojosa

Málaga

Martes, 18 de enero 2022, 12:06

En la primavera del año pasado, empresarios de la zona del Guadalhorce e inversores con proyectos pendientes en las zonas oeste y este de la ... ciudad se llevaron un buen sobresalto. La Junta de Andalucía dio a conocer unos nuevos mapas de riesgo de inundación para las cuencas mediterráneas con el objetivo de reemplazar a los que fueron aprobados en 2016 y tumbados por sentencias judiciales tres años después. Los empresarios, en especial la Asociación de Polígonos de Málaga (APOMA), no salían de su asombro al comprobar que los planos elaborados por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible eran mucho más restrictivos que los aprobados cinco años antes, extendiendo la huella de la inundabilidad hacia zonas de Carretera de Cádiz que hasta entonces no estaban afectadas por ella.

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APOMA puso el grito en el cielo y aseguró que los nuevos mapas suponían «paralizar Málaga» al afectar al 60% de las empresas de los polígonos de la zona oeste. Así, la asociación, asesorada por el abogado Manuel Jiménez Baras, del despacho Ius Urbis, presentó una batería de alegaciones contra estos documentos, respecto a los que también mostró sus críticas el Ayuntamiento de la capital. El Consistorio alertaba de la existencia de discordancias y deficiencias en estos mapas de peligrosidad, y de la ausencia de «datos técnicos de partida» que los justifiquen. También los empresarios de los polígonos aseguraron que contenían errores de partida y que no estaban correctamente elaborados.

Pues bien, la Junta ha admitido finalmente que, en efecto, cometió errores a la hora de elaborar técnicamente los mapas. Según ha podido conocer este periódico, a la hora de realizarlos, se empleó un visor aéreo que no registró con el detalle necesario la realidad física de los cauces analizados, llegando a no percibir adecuadamente obras de encauzamiento como la que se realizó años atrás en el arroyo de las Cañas. Este fallo, unido a que se estudiaron los riesgos de zonas que no se habían tenido en cuenta en los mapas de 2016, arrojaron como resultaron una afección de la inundabilidad mucho mayor, que puso en alerta a un bueno número de inversores.

No obstante, según han confirmado a SUR fuentes consultadas, la Junta, a través de su servicio de Agua y Medio Ambiente, ha asumido el error y ha revisado el estudio que elaboró para dibujar los mapas de riesgo de inundación. Así, ha realizado un nuevo análisis de las zonas inundables tanto del río Guadalhorce como de sus afluentes, los arroyos de las Cañas y Merino, que ha dado como resultado una huella de afección mucho menor, en algunos casos, que la plasmada inicialmente.

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Disminuciones

Así, para el arroyo de las Cañas, respecto al que no se tuvo adecuadamente en cuenta el encauzamiento que presenta a su paso por la trama urbana de Málaga, la mancha de la inundabilidad se ha reducido en torno al 80%. Y, en el caso del arroyo Merino, esa disminución del riesgo ha bajado entre un 35% y un 45%.

En el caso del Guadalhorce, la inundabilidad se aminora apenas un 5%. No obstante, los principales incrementos de riesgo que se plasmaron en los nuevos mapas estaban reflejados en las nuevas zonas estudiadas, atravesadas por los citados afluentes. Estas correcciones se plasmarán en la respuesta a las alegaciones que presentaron los empresarios.

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Aunque la Junta ha mejorado en los últimos meses las condiciones jurídicas para autorizar proyectos en zonas inundables, siempre que se lleven a cabo medidas correctoras del terreno, la solución al problema de la inundabilidad en el entorno del Guadalhorce pasa por realizar obras que mejoren y aumenten la capacidad hidráulica del río y sus arroyos.

Puente de la Azucarera. SUR

Las obras para reducir la inundabilidad en el entorno del Guadalhorce arrancarán oficialmente este jueves

Esta semana se producirá un hito relevante en la 'lucha' que hace más de un lustro emprendieron los empresarios de los polígonos para exigir que los riesgos de inundación calculados por la Junta no supongan un bloqueo constante a numerosas inversiones. Para este jueves está previsto el acto oficial de inicio de las obras para reducir el riesgo de inundación en el ámbito de la desembocadura del Guadalhorce, según el diseño que la Asociación de Polígonos de Málaga (APOMA) contrató con la empresa de ingeniería Irtene. La Junta acometerá estos trabajos con un presupuesto de 7,3 millones de euros y un plazo de ejecución de 16 meses.

Se trata de varias medidas puntuales con las que se logrará reducir a la mitad la actual zona inundable, en concreto el ámbito que ocupan las naves del polígono Guadalhorce. Los técnicos han estimado que las más de mil hectáreas afectadas actualmente por el riesgo de inundación podrían rebajarse a 427 una vez que se ejecuten las obras.

APOMA ha pedido que el efecto reductor de estas medidas se refleje ya en los nuevos mapas de riesgo que tramita la Junta, pero la Consejería de Agricultura y Desarrollo Sostenible se niega a ello.

Con todo, la definitiva solución al problema de la inundabilidad en el Guadalhorce pasa por la sustitución del puente de la Azucarera por otro de mayores dimensiones para aumentar su capacidad de evacuación del agua.

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