El historiador Víctor Heredia, con los legajos de la antigua escuela de Náutica de San Telmo, que se conservan en el IES Martiricos. FRANCIS SILVA

El Gaona, un oasis de cultura

Premios Nobel y nacionales de Literatura, escritores del 27, políticos, artistas y científicos se han formado en las aulas del instituto que cumple 175 años

Sábado, 9 de octubre 2021, 00:56

Políticos, intelectuales, artistas y hasta militares golpistas. Cuando estudiar en España era un lujo, el instituto Gaona era el epicentro de la educación media en ... Málaga, que ya era mucho en una España eminentemente analfabeta. Sin universidad propia hasta 1972, los estudios de grado medio era el máximo nivel que se podía alcanzar en Málaga. Y, siendo el único instituto en la capital, el Gaona era la pequeña universidad de Málaga, por donde pasaban los hijos de las familias que se podían permitir los estudios.

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El instituto Vicente Espinel (conocido como Gaona) cumple 175 años. Abrió sus puertas a los estudiantes en octubre de 1846. Hasta 1928 fue el único que había en toda la provincia. Ese año se inauguraba el de Antequera, actualmente IES Pedro Espinosa.

El instituto se encuentra en un conjunto arquitectónico cuyo origen es la casa de Baltasar Guerrero, construida en 1706. Se trataba de una casa-palacio de estilo italiano renacentista estructurada en torno a un patio con fuente y abierta a un gran jardín que heredó su sobrino, Antonio Tomás, segundo conde de Buenavista. Tras enviudar en dos ocasiones, Antonio Tomás Guerrero se ordena sacerdote e ingresa en la congregación de san Felipe Neri. En 1739 dona la casa y una capilla anexa a los filipenses, que en 1752 construyen la casa de estudios con el objetivo de formar sacerdotes. Los filipenses construyen un edificio de servicios (refrectorio, cocinas, despensa, almacén) y la cripta. La desamortización eclesiástica de 1836 supuso la desaparición de la congregación de San Felipe Neri. Diez años más tarde su edificio y sus bienes son destinados al servicio del Instituto Provincial de Segunda Enseñanza, el único que existió en la provincia hasta que en 1928 se creó el instituto de Antequera.

Hasta la guerra civil fue un instituto unitario. Terminada la contienda, se separa a niños y niñas, aunque seguían en el mismo edificio. Fue en 1961 cuando los niños se trasladan a un centro de nueva construcción, Nuestra Señora de la Victoria, en el barrio de Martiricos y el Gaona se mantiene como centro femenino. El edificio es obra del arquitecto Miguel Fisac Serna (1913-2006), con una estética innovadora, de corte clasicista, que le valió a su autor el Premio Nacional de Arquitectura. Un año después llegará el tercer instituto de la capital, el Sierra Bermeja.

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El único instituto de Málaga

Como único centro de enseñanzas medias en la capital, por sus aulas han pasado las personalidades más relevantes de la sociedad malagueña. El archivo histórico ha corrido la misma suerte que el centro, se ha dividido entre los dos institutos. En el de Martiricos están conservados todos los documentos históricos, desde sus inicios hasta el año 1941, cuando se separó por sexos. Desde entonces, los documentos relativos a los alumnos se conservan en Martiricos, mientras que los de las alumnas, desde 1941, se encuentran en el archivo del Gaona. A ambos archivos lleva dedicando mucho de su tiempo el profesor de Historia Económica en la UMA Víctor Heredia, que explica con pasión los tesoros que esconden libros antiguos y legajos con siglos de historia. Un año después de su apertura, explica el historiador, el instituto absorbió los estudios de Náutica, que se impartían en el colegio de San Telmo, que desde 1787 se dedicaba a formar pilotos de la Marina y la Armada. Su archivo pasó así al Gaona y, tras la división de los centros, se trasladó a Martiricos.

En las aulas del instituto de calle Gaona, alrededor del bello patio porticado de estilo renacentista, pasearon y estudiaron figuras destacadas de la política española, desde el padre de la patria andaluza, Blas Infante, al militar golpista Emilio Mola. También fue escuela de varios ministros, como Francisco Romero Robledo (Gobernación, Ultramar y Justica, en 1872, con Cánovas como presidente); Eduardo Palanca (Ultramar, en 1873, ya con Salmerón de presidente); Bernabé Dávila (Gobernación, en 1906, con el presidente López Domíngez); Andrés Mellado, Francisco Bergamín, Enrique Ramos y José Utrera Molina. Aunque no estudiaron en el Gaona, el instituto conserva las fichas de las exministras Celia Villalobos y Magdalena Álvarez.

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La lista de intelectuales y artistas es extensa. Desde Pablo Picasso al premio nobel Severo Ochoa, pasando por la mayor parte de escritores malagueños del 27. El archivo conserva el examen de ingreso de Pablo Picasso, en 1891. Tenía entonces 10 años y realizó una pequeña redacción y una división. Fue admitido y se llegó a matricular, por solo estuvo en el instituto seis días pues su familia se trasladó a La Coruña.

También realizó el examen de ingreso Vicente Aleixandre, Premio Nobel de Literatura en 1977 aunque, como pasó con Picasso, por motivos familiares se trasladó a otra provincia, en su caso a Madrid. El antequerano José Antonio Muñoz Rojas, Premio Nacional de Poesía en 1998 y Reina Sofía de Poesía Iberamericana en 2002, también fue alumno del Instituto General y Técnico de Málaga. Malagueños de la Generación del 27 como Emilio Prados (solo fue alumno oficial durante un curso) o Manuel Altolaguirre se conocieron en este instituto. Otro miembro de la Generación del 27 que estudió varios cursos en la calle Gaona fue el poeta José María Hinojosa. Entre los escritores también citar a Esteban Salazar Chapela y Enrique Llovet Sánchez, Premio Nacional de Literatura en 1967.

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Un Nobel agradecido

Una de las carpetas más voluminosas de las que enseña el director del instituto Martiricos, Diego Palacios, corresponde al Premio Nobel Severo Ochoa. Son muy abundantes los documentos, desde el examen de acceso, las instancias con sus correspondientes timbres, los títulos e incluso el telegrama de agradecimiento cuando consiguió el Nobel. Estudió en el Gaona entre 1915 y 1921. Y atribuyó a sus profesores su interés por las ciencias naturales. «Mi afición por la Bioquímica nació entonces», escribió en 1930. Cuando recibió el Nobel del Medicina en 1930 dirigió un emotivo telegrama al instituto, reiterando su gratitud hacia sus antiguos profesores. Pocos meses antes de su muerte había vuelto a visitar el centro.

Como hasta los años sesenta el instituto tenía la documentación de todo el alumnado que hacía el Bachillerato, tanto en el centro como estudiantes oficiales, por libre o en los colegios privados, y el examen de ingreso se realizaba en el instituto, en el archivo se puede encontrar la ficha de un jovencísimo Francisco de la Torre, con apenas 10 años y con notas de 9 y 10 en el examen de acceso para estudiar en Maristas. Rafael Pérez Estrada, abogado y escritor, fallecido en el año 2000, también realizó el examen para ingresar en el colegio de San Agustín. El que fuera alcalde de Málaga, Cayetano Utrera Ravassa, consiguió una media de 10, matrícula de honor, en el examen de ingreso al colegio San Estanislao en 1945. Más recientemente, la exministra Magdalena Álvarez también se examinó, en su caso en el Gaona, pues en 1962 permanecía la separación por sexos.

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Pioneras

Como en muchos otros aspectos de la vida, la mujer tuvo que superar muchas dificultades para incorporarse a la educación. Hasta 32 años después de abrir sus puertas no se matricularon las primeras mujeres: las pioneras fueron María Corvetto Ledesma, Ángela Mateos Lozano y Magdalena Crespo Pérez. La primera alumna oficial (es decir, en recibir clase en el instituto) fue María Gádor Cazorla Salmerón, en 1892. En sus aulas estudiaron después Francisca Medina Verdeja, que hizo el Bachillerato en dos cursos y luego fue la primera mujer en ejercer la Medicina en Andalucía o Concepción Lazárraga, quien se licenció en Farmacia y amplió estudios en Estados Unidos y Alemania. El archivo también conserva el documento de convalidación de asignaturas de Victoria Kent: había estudiado Magisterio y solicitaba la convalidación del Bachillerato para poder estudiar Derecho en Madrid. Y es que, por entonces, señala Víctor Heredia, el Bachillerato eran un nivel educativo superior al Magisterio.

Diego Palacios y Víctor Muñoz destacan que se trata de un archivo 'vivo', que no deja de dar sorpresas. La más reciente, la aparición de unos documentos inéditos del poeta Emilio Prados: primer manuscrito y un dibujo de su puño y letra a modo de exlibris que se encontraban entre los documentos de su expediente.

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Pero el voluntarismo y el trabajo desinteresado de unas pocas personas no puede abarcar la ingente cantidad de trabajo que requiere poner en orden el archivo. Aun así, Víctor Heredia ya ha podido ordenar y clasificar casi 9.000 documentos históricos, colocados en unos 300 archivadores. Pero queda todavía mucho más trabajo del realizado, con viejos legajos, conservados entre tapas de madera y atados con una cuerda, con documentos de hace siglos, que guardan la historia de la educación pública en Málaga.

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