La iglesia de los Santos Mártires de Málaga: una joya recuperada

«Esta obra es motivo de un grandísimo gozo. Ofrecemos a Málaga esta basílica histórica para que sea más visitada y conocida no solo por los malagueños, sino también por quienes vienen de fuera», ha destacado el obispo, Jesús Catalá, en la presentación de la restauración. Los Santos Mártires es uno de los cuatro templos más antiguos de la ciudad junto con la Catedral, San Juan y Santiago. Su origen se remonta a 1491, cuando los Reyes Católicos mandan construir una iglesia dedicada a los Patronos de Málaga, San Ciriaco y Santa Paula. En 1519 se inició la construcción de la capilla mayor y la sacristía, y en el siglo XVIII se produce la transformación del templo al barroco, que es la que ahora se ha recuperado y puesto en valor.

El arquitecto técnico Pablo Pastor ha resaltado que se ha aplicado una cámara de aire en los zócalos y bajo el nuevo suelo de mármol realizado para evitar que vuelvan a aparecer los problemas de humedades que presentaba el edificio. Por su parte, el párroco, Felipe Reina, quien ha subrayado el papel colaborador del sacristán de esta iglesia, José Soler, ha apuntado que el sagrario se ha elevado y resaltado para que sea el punto central. «Ahora toca recoger a las ovejas que han estado dispersas durante dos años», ha afirmado.

También ha intervenido el alcalde, Francisco de la Torre, quien ha mostrado su satisfacción por haber podido colaborar desde el Ayuntamiento con las obras de este y otros templos históricos de la ciudad en los últimos años. Además, ha señalado que van a permanecer en una zona de la nave central en la que no se van a colocar bancos unos paneles que se han fabricado para explicar los trabajos que se han acometido tanto en el subsuelo como en la sacristía y en las pinturas de los techos, restauradas gracias al patrocinio de la Fundación Málaga. «Estamos ante el ejemplo más bello de la Málaga barroca y ha sido muy ilusionante poder colaborar en su recuperación», ha afirmado Dánae Pérez, gestora de esta entidad que preside Juan Cobalea. La restauración de las pinturas ha estado a cargo de Francisco Naranjo y María de los Ángeles Mulero.

El templo presenta ahora un aspecto más luminoso, en el que se ha acentuado el contraste entre el fondo blanco de sus paredes y los dorados de su decoración barroca. También han cambiado sustancialmente algunas de sus capillas. Se han suprimido las elevadas rejas que existían en las de las cofradías por otras más bajas, a semejanza de las primitivas, que permiten admirar mejor los retablos. En un lateral de la capilla de la Archicofradía de la Pasión se ha abierto un arco similar al que ya existía en la de la Cofradía de los Gitanos. Asimismo, en lo que fue capilla de la Cofradía del Sepulcro se ha colocado el retablo con la imagen del Cristo de Limpias.

En el altar mayor se ha retirado la balaustrada metálica que lo bordeaba y se ha realizado un ambón de mármol. No obstante, uno de los cambios más significativos se ha producido en la sacristía, estancia que ha ganado en luminosidad y belleza ornamental con unas grandes lámparas que resaltan los tonos oscuros recuperados en las columnas, y las vitrinas y el retablo colocado para albergar la imagen de la Virgen de las Lágrimas, una Dolorosa del círculo de los Gutiérrez de León.

El viernes de Pascua, día 22, el obispo presidirá a las 20 horas una misa para la reapertura del templo al culto. En los días previos, varias de las hermandades con sede en los Santos Mártires realizarán los traslados de regreso de sus imágenes. No obstante, la Archicofradía de la Pasión llevará a sus titulares este jueves, a las 21 horas, desde la parroquia de Santiago, para poder efectuar su salida procesional del próximo Lunes Santo desde los Santos Mártires.