La iglesia de los Santos Mártires de Málaga vuelve a abrir sus puertas tras dos años de obras

«Hoy venimos a dar gracias a Dios por la rehabilitación integral de este hermoso templo de la parroquia de los Santos Mártires en Málaga», ha destacado el obispo en su homilía, en la que ha agradecido especialmente el trabajo «bien conjuntado» de «un gran equipo de técnicos y especialistas» que ha permitido descubrir «esta maravillosa obra». Catalá también ha tenido palabras de gratitud para el Ayuntamiento, que ha sufragado casi la mitad de los 1,9 millones de euros que ha costado la rehabilitación del templo, y para la Fundación Málaga, que ha patrocinado la restauración de las pinturas de los techos.

Al inicio de la ceremonia, el arquitecto técnico Pablo Pastor, autor del proyecto, ha hablado sobre la historia del edificio, una de las cuatro iglesias más antiguas de la ciudad junto con la Catedral, San Juan y Santiago, y se ha bendecido el nuevo ambón de mármol realizado en el altar mayor. El coro de la Catedral ha acompañado musicalmente una misa en la que se ha encendido toda la nueva iluminación del templo en el momento del 'Gloria'. Asimismo, se le ha dado un realce especial al momento en el que el Santísimo ha quedado reservado de nuevo en el sagrario del altar mayor, y se ha inaugurado un placa de mármol en una pared junto a la capilla de la Archicofradía de la Pasión para dejar constancia de que las obras se han hecho siendo obispo de la diócesis Jesús Catalá; alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre; y párroco de los Santos Mártires, Felipe Reina.

A partir de este sábado, la iglesia ya podrá ser visitada diariamente de 9.30 a 13.30 y de 17.30 a 20.30 horas, si bien no abrirá los domingos por la tarde. Junto con la rehabilitación de todo el edificio, que presenta ahora un aspecto más luminoso, en el que se ha acentuado el contraste entre el fondo blanco de sus paredes y los dorados de su decoración barroca, se han estrenado en esta misa 32 nuevos bancos realizados en madera de pino barnizada en su color con un diseño moderno que incluye el tallado del escudo de los Santos Mártires en sus laterales.

En la obra se han sustituido algunas de las elevadas rejas que existían en las capillas de las cofradías por otras más bajas, a semejanza de las primitivas del templo, que permiten admirar mejor los retablos. En un lateral de la capilla de la Archicofradía de la Pasión se ha abierto un arco similar al que ya existía en la de la Cofradía de los Gitanos. Asimismo, en lo que fue capilla de la Cofradía del Sepulcro se ha colocado el retablo con la imagen del Cristo de Limpias. El retablo de la Archicofradía del Huerto no ha sido colocado aún, ya que se encuentra en proceso de dorado.

No obstante, uno de los cambios más significativos se ha producido en la sacristía, estancia que ha ganado en luminosidad y belleza ornamental con unas grandes lámparas que resaltan los tonos oscuros recuperados en las columnas, y las vitrinas y el retablo colocado para albergar la imagen de la Virgen de las Lágrimas, una Dolorosa del círculo de los Gutiérrez de León.