Así se hará el tejado para la Catedral de Málaga

¿Cómo se construirá el tejado para la Catedral? Evidentemente, las técnicas de construcción actuales son muchísimo más avanzadas que las que existían en la época barroca. No obstante, el método de ejecución planificado por los técnicos de templo combina una minuciosa realización manual con los recursos más modernos para una obra de este tipo.

Una de las primeras labores para la construcción del tejado, que durará unos dos años, será la preparación del entorno del templo. La principal zona de trabajo para la empresa constructora que lo acometa será el espacio libre existente en la confluencia entre las calles Postigo de los Abades y Cañón. Allí se instalarán las casetas de obra, la zona de acopio de materiales y una de las dos grandes grúas fijas que se levantarán, una de unos 50 metros de altura y otra de unos 60 metros. El proyecto prevé situar la otra grúa en la fachada lateral sur del monumento, en la calle Postigo de los Abades, aunque de forma que no impida la instalación de la rampa por la que acceden las cofradías para hacer estación de penitencia en el interior de la Catedral en Semana Santa.

Además, se hará uso de otras grúas móviles, escaleras modulares e incluso se ha barajado la disposición de una plataforma elevadora móvil para que el personal de la obra pueda subir de una forma más rápida y cómoda al techo de la Catedral.

¿Cómo se colocará la cubierta? Será un tejado a dos aguas formado por una estructura de madera laminada y acero que podrá visitarse por dentro y por fuera, y que estará cubierto con tejas de cerámica vidriada en dos colores, miel y crema, para asemejarse a los tejados de la iglesia del Sagrario y del palacio episcopal. El arquitecto de la Catedral, Juan Manuel Sánchez La Chica, ha explicado a SUR que la propuesta trasladada a Cultura pasa por ir colocando el nuevo tejado por fases y, al tiempo que se va instalando en lo más básico para cubrir las bóvedas, ir retirando la 'segunda piel' de ladrillos que se le aplicó hace 13 años para no dejar totalmente desprotegida su parte exterior. Así, la idea, a expensas de que Cultura la pueda matizar, es ir retirando de una forma muy manual ese recubrimiento fallido a medida que se va colocando el tejado.

Las cerchas de madera laminada que lo conformarán se irán subiendo por partes, para completar su estructura una vez que se encuentren sobre la Catedral. Todo el sistema constructivo está muy detallado en un proyecto en el que los técnicos del Obispado han trabajado durante más de dos años, por lo que ya está listo para recabar los permisos municipales.

Sánchez La Chica ha asegurado que las obras no van a requerir cerrar el templo al culto, ni la clausura parcial de tramos de su interior. Además, el lugar para acopio de materiales y trabajo de la constructora se ha alejado del patio de los Naranjos y la fachada a la plaza del Obispo para que estos espacios puedan seguir usándose sin problema alguno como principales puntos de acceso a la basílica.

No obstante, la construcción de la cubierta es solo la primera parte del proceso para poner a punto la Catedral tras las décadas en las que las humedades y filtraciones han provocado numerosos daños en la decoración del interior de sus bóvedas. En 2003 se colocaron unas mallas para recoger los trozos de piedra que no han dejado de caer desde entonces. Por ello, Sánchez La Chica reconoce que, tras la realización de la cubierta, el siguiente paso será restaurar poco a poco la parte interior del techo del templo para consolidar y reponer los materiales dañados por la entrada del agua, antes de retirar definitivamente las redes.

En cualquier caso, ese será el siguiente paso de un proyecto que también contempla habilitar un sistema de evacuación de aguas de esa nueva cubierta, que tendrá la ventaja de que sería 'registrable' en todo momento para reparar cualquier incidencia. Para ello se ha previsto realizar nuevos canales sobre los originales, que no se perderían, y bajantes más eficaces que recogerían el agua no solo de la cubierta superior, sino también de las intermedias situadas sobre las capillas del edificio. Asimismo, contempla la construcción de una nueva cubierta a cuatro aguas para la actual sacristía, ya que la actual se encuentra muy deteriorada, y también la restauración del exterior de las cúpulas una vez que se le retire el recubrimiento que se le aplicó en 2009. En el caso de la central, se podrían rescatar los tonos blancos y azules de su extradós.