La gasolinara funciona a modo de autoservicio para todos los vehículos que no sean de la EMT. ÑITO SALAS

La EMT, la gasolinera municipal de Málaga

Policía, Bomberos y otras flotas del Ayuntamiento repostan en las cocheras de la empresa de autobuses, que cada año compra 8 millones de litros para llenar el tanque de un millar de vehículos

Lunes, 4 de julio 2022, 00:46

Pasan unos minutos de las once de la mañana cuando un furgón de los GOA, el grupo de élite de la Policía Local, entra en ... las cocheras de la EMT. Poco después, llega una patrulla policial y detrás, una pareja de agentes en moto. Y, por si fuera poco, un camión de bomberos. Visto desde fuera, cualquiera pensaría que en las instalaciones del Camino de San Rafael ha ocurrido algo grave. Pero nada más lejos de la realidad. En el interior reina la calma. A lo que acuden policías y bomberos es a llenar el tanque de combustible. Porque la EMT es la gasolinera de todo el 'holding' municipal, lo que conlleva movilizar cada año más de ocho millones de litros de carburante para dar de beber a un millar de vehículos. Y eso que la modernización de la flota y la incorporación paulatina de motores híbridos y eléctricos han reducido el volumen en los últimos años.

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Además del consumo que generan los cerca de 300 autobuses que conforman la flota de la empresa de transporte urbano de Málaga (cada día salen a la calle unos 250), también se suministra al resto del parque automovilístico del Ayuntamiento, incluyendo también los vehículos de Servicios Operativos, la Sociedad Municipal de Aparcamientos (Smassa), Limposam o la Gerencia de Urbanismo. En total, son otros 700 vehículos.

Sólo pueden repostar las matrículas autorizadas y cada mes se remite la factura al área correspondiente

La única excepción es la empresa pública de limpieza Limasam, que tiene su propio sistema independiente, heredado de su antecesora Limasa en su sede de Los Ruíces, ya que jurídicamente funcionaba como una sociedad mercantil (el 51% de las acciones estaba en manos privadas).

Subasta diaria

En su conjunto, el gasto en combustible de este año asciende hasta los 9,7 millones de euros (impuestos incluidos). Ése el presupuesto del acuerdo marco suscrito por la EMT con 12 operadoras, aunque no deja de ser una estimación a tenor de cómo va fluctuando el precio del carburante. ¿Por qué tantos proveedores? Porque a más competencia, mejores precios. Cada mañana de lunes a viernes, la EMT activa una subasta para dos camiones cisterna (60.000 litros), de forma que las empresas adjudicatarias puedan ofertar. «Además, una vez conocidas todas les damos otros cinco minutos para que puedan rebajar más», comenta el gerente de la entidad, Miguel Ruiz.

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Policía Local y Bomberos son los que más consumen, al margen de la EMT y de Limasam, que tiene su propio sistema. ÑITO SALAS

Entre esa competencia y el volumen que se compra cada día, a la EMT le está costando el litro de diésel en torno a los 1,50 euros (1,30 con el descuento del Gobierno) frente a los 2 que pagan los particulares. Es lo que tiene ser buen cliente, ya que está equipado con una decena de tanques (nueve para diésel y uno para gasolina). No en vano, durante el primer cuatrimestre del año se emplearon 2,2 millones de litros. De ese volumen, 1,99 millones se los bebieron los buses urbanos, que cada día recorren entre 200 y 250 kilómetros, según la línea que cubran. Y 133.000 litros (el 7%) al resto de la flota municipal. La Policía Local encabeza el 'ranking', seguida por Bomberos y Servicios Operativos. A mayor distancia se sitúa el consumo del resto.

La subasta diaria de carburante permite conseguir mejores precios: el litro de diésel sale por 1,5 euros

Así que el trajín de coches patrulla en continuo. Pero, salvo urgente necesidad, sólo por la mañana y la tarde, y en modo autoservicio. Nuestro personal de repostaje está en el turno de noche, que es cuando se ponen a punto los autobuses, lo que incluye meterlos en un circuito tal como van llegando para hacerles una primera limpieza interior mientras se va llenando el depósito y, posteriormente, proceder a una limpieza más profunda y a su desinfección por el Covid, que todavía seguimos haciéndola», aclara Fernando Villalobos, que es responsable de Mantenimiento de la EMT.

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Segunda aclaración: todos los vehículos están controlados, así que si la matrícula no figura entre las 700 autorizadas, el surtidor no suelta ni una gota. «Deben introducir la matrícula y luego un código. Así lo tenemos todo controlado y sabemos cuándo y cuánto reposta cada uno», detalla Ruiz.

Un camión de Bomberos sale de las cocheras de la EMT tras llenar el tanque. ñito salas

Esta información es remitida mensualmente a cada área responsable, con su consiguiente factura. «Aunque todas las empresas y organismos formen parte del 'holding' municipal, aquí se paga todo y cada uno lleva sus cuentas. Igual que la EMT paga el IBI al Ayuntamiento, el Ayuntamiento también paga por el combustible», destaca el concejal de Movilidad, José del Río.

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Así es desde hace algo más de una década, cuando se decidió unificar la compra para reducir costes. Antes, cada departamento se las ingeniaba por su cuenta. «Nos daban un vale para poder repostar en la gasolinera Alaska», rememora el oficial de la Policía Local, José Ávalos, mientras uno de sus compañeros llena el depósito del furgón. «El vehículo esta operativo las 24 horas, así que venimos cada tres o cuatro días, intentando evitar hacerlo por la noche porque es cuando se juntan todos los autobuses». Y así es, porque cuando cae la noche la actividad es frenética en el corazón de la EMT.

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