Dimite la directora de un colegio tras la polémica de los asistentes para alumnos con necesidades específicas
La Delegación de Educación asegura no obstante que seguirá ejerciendo el cargo en el Carmen de Burgos de Málaga capital hasta final de curso «por razones de eficiencia y operatividad»
Las tensiones de las últimas semanas entre familias y la dirección del colegio público Carmen de Burgos han tenido ya una primera consecuencia, la dimisión ... de la directora, María Auxiliadora Molina, desautorizada desde la Delegación Territorial de Educación tras rechazar la renovación de los convenios que permitían la presencia en el centro de asistentes para alumnos con necesidades específicas.
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A pesar de esta dimisión, desde la Delegación de Educación se informa de que la directora «se ha comprometido a continuar ejerciendo el cargo hasta final de curso por razones de eficiencia y operatividad» y que, a partir de ese momento, es decir, cuando termine el curso, se tomará la decisión sobre el nombramiento de una nueva dirección.
El delegado de Educación, Miguel Briones, ha asegurado esta mañana que se trata de una decisión «respetable» y ha agradecido la actitud de «colaboración» de la directora y de su equipo docente, que se mantienen realizando sus funciones en un momento crucial en la organización de los centros, al coincidir el final de curso. Briones ha insistido en que las actividades de participación en los centros, como es esta asistencia específica a alumnado con necesidades específicas (con autismo, por ejemplo) es decisión de los consejos escolares, algo que no se ha tenido en cuenta en el Carmen de Burgos.
Tras una reunión a finales de mayo de las familias con el servicio de inspección y de orientación educativa, la Delegación de Educación señaló que el resultado del encuentro había sido «satisfactorio, en orden a resolver a la mayor brevedad la situación y normalizar la prestación de este tipo de acompañamiento en aras de poder continuar manteniendo esta figura el próximo curso».
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La ayuda de estos asistentes se presta en virtud de un convenio entre la Consejería de Educación y varias asociaciones, que se remonta a 2018. El seguimiento, modificación o extinción del convenio corresponde así a la propia consejería y las asociaciones firmantes. Es una colaboración que prestan asociaciones sin ánimo de lucro en un espacio educativo, para lo que también se necesita autorización del consejo escolar. En este sentido, insistió la Delegación de Educación, se había trasladado tanto al centro educativo como a las familias que «es el consejo escolar el que debe pronunciarse al respecto, para adherirse al convenio suscrito entre la Consejería y la Federación de Asociaciones. Estas adhesiones se hacen caso a caso y se trata de una relación privada entre las familias y la asociación concreta», apuntaron desde Educación.
Las familias aseguran que el 23 de mayo se solicitó una reunión extraordinaria del consejo escolar. Firmaron la solicitud ocho madres y padres, que representan más de un tercio del consejo escolar y que, por normativa, es suficiente para la convocatoria de esta reunión extraordinaria. Pero, denunciaron las familias, la dirección del centro no quiso convocar esta reunión.
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Revocación de los convenios nula
También han intervenido en este conflicto los servicios jurídicos de la Delegación, que han considerado que la revocación unilateral de los convenios de colaboración es nula. Al sentirse desautorizada, la directora, que lleva poco más de un año en el cargo, presentó el viernes su dimisión-. Dado que el final de curso está muy próximo y en estas semanas se acumula el trabajo administrativo, que podría ver perjudicado por la falta de dirección, la directora se ha comprometido a continuar ejerciendo el cargo hasta final de curso.
Un asistente sombra es una figura que ayuda a la integración socioeducativa de niños y niñas con necesidades específicas de apoyo educativo (NEAE), diagnosticados con TEA (Trastornos del Espectro Autista), síndrome Down y TDAH (trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad). Estos asistentes son una figura muy importante para ayudar a este alumnado a desarrollarse de forma autónoma en clase, aseguran las familias.
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Actualmente, el centro cuenta con dos Profesionales Técnico de Integración Social (PTIS) a jornada completa, y uno a tiempo parcial, y con un profesional de Audición y Lenguaje (AL) y dos profesores de Pedagogía Terapéutica (PT). Este personal atiende a los más de 80 niños y niñas con NEAE que hay en el centro este curso escolar, con la ayuda de los 8 asistentes 'sombra' que atienden a alumnado específico. El Carmen de Burgos es un centro de referencia en la integración de alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo, por lo que muchas familias lo solicitaban por tener estos servicios.
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