Contraespionaje mediático en el Ayuntamiento de Málaga

Vamos por partes. El lunes, el PP daba por finalizada las negociaciones con los grupos de la oposición, bueno más bien ya lo había hecho a final de la semana pasada con el PSOE, y presentaba los presupuestos 2022. Adelante Málaga, la coalición de Podemos e IU, que no había tocado al final bola en la negociación, usaba viejas prácticas del extinto partido Málaga Ahora, que se acabaron desechando por acuerdo entre todos los grupos municipales en el pasado mandato. Concretamente mandaba a uno de sus técnicos a sentarse, cual periodista, en la rueda de prensa que el alcalde Francisco de la Torre y el edil de Economía, Carlos Conde, daban a los medios de comunicación en el salón de los Espejos para presentar las cuentas del año que, por primera vez, pasaban la barrera de los 900 milones de euros, concretamente 936,2. La presentación también se hizo de urgencia. Se modificaba la agenda del alcalde el mismo domingo a última hora. Llegaba la convocatoria en rojo para dejar constancia de la modificación y de la importancia de la cita. El salón de Espejos es el sitio de los encuentros de postín.

Ahí estaban el lunes cuando el equipo de comunicación de Alcaldía se daba cuenta de que había una «no invitada» a la cita e iban a preguntarle ex profeso si era periodista. La conversación fue tal que así. «¿De qué medio eres?» Soy una técnico de Adelante. Le hacían ver que el encuentro era para periodistas, como contaron a este periódico, así como que no era normal esa forma de actuar, y cuando vieron que no estaba por marcharse, le cuestionaron acerca de qué le parecería que técnicos del PP fuesen a las convocatorias para periodistas de Adelante. Concluían diciendo que la cita era para profesionales de los medios de comunicación y que, por tanto, no veían adecuado que se quedase. La técnico, cuyo nombre no diremos por aquello de que ellos no son políticos sino más bien trabajadores al servicio de éstos (aunque en este particular caso sí que tiene un cargo en Unidas Podemos) siguió en la rueda de prensa unos diez minutos tomando notas y haciendo fotos, como explican, y más tarde se marchó.

Recordaban en los pasillos cuando Málaga Ahora ponía la cámara en las ruedas de prensa previas al pleno, y veían las intervenciones de todos los partidos en tiempo real, lo que llevó a las quejas de otros grupos, el PSOE, Cs e incluso IU (que forma parte ahora de Adelante junto a Podemos).

Los populares indicaban, además, que la información se la habían facilitado por la mañana al concejal de Adelante Málaga, Nicolás Sguiglia, que los grupos municipales, todos, deben saber cuál es su sitio y utilizar sus cauces para informarse y asistir a encuentros específicamente para la prensa. «Cada uno debe estar donde le corresponde». De hecho lo decían justo antes de empezar el consejo de administración de Canal Málaga, al que no pueden asistir, por ejemplo, los periodistas.

La portavoz de Adelante Málaga, Paqui Macías, explicaba a este periódico que ella desconocía que había un pacto para que los técnicos de unos partidos no fuesen a las ruedas de prensa de otros.

En principio, una forma de actuar básica desde hace décadas, pero en su caso hay que entender que ella también es novata en estas lides. Macías añadía, como pliego de descargo, que una información tan de peso como los presupuestos se la daban la misma mañana, que estaban los tres ediles asistiendo a comisiones de pleno, y que querían poder tener los datos para tener su posicionamiento ante los medios. Como protesta, añadía que el equipo de gobierno celebra las juntas de gobierno local los viernes y no cuelgan la información en el repositorio (el lugar al que pueden acceder vía digital) hasta el lunes. Habrá que estar atentos a ver cómo acaba el conflicto diplomático. A ver si se llaman a consultas.

Otra de las modalidades del contraespionaje mediático entre grupos está en las convocatorias a los medios de unos y otros, de tal forma que los partidos, los de la oposición básicamente, suelen invitar a los medios tal que así: «Los ediles (los que sean) dan una rueda de prensa para tratar asuntos municipales». Como si tuviesen un secreto de Estado (de ciudad) y fuesen a descubrir la pólvora. Lo hacen para que los demás partidos no sepan de qué van a hablar al día siguiente, y a veces, para que los populares no manden a limpiar y a adecentar la zona que van a criticar. Técnicas contraespionaje mediático tan básicas como no decir de qué van a hablar. En fin, podían trabajarlas un poquito más. Imaginación al poder.