El consenso sobre la violencia contra la mujer en el Ayuntamiento de Málaga ha muerto desde que llegó Vox

En esta ocasión, tanto el PSOE como Con Málaga exponían sus iniciativas y llamaba la atención que el equipo de gobierno PP no trajera la suya, que solía tener los componentes necesarios para aunar todas las posturas y que se elevase a moción institucional. Esos gestos de los que necesita la democracia y los derechos humanos, aunque no siempre vayan acompañados de partidas presupuestarias para conseguirlos. En definitiva, que muestran lo que piensa la comisión de pleno de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Málaga, donde reside, vía elecciones municipales, la soberanía popular de la ciudad de Málaga (dentro de sus competencias). Pero ya ha quedado meridianamente claro que es imposible con la votación en contra de Vox de todos los puntos de las mociones del PSOE y Con Málaga, ya que el portavoz de Vox, Antonio Alcázar, básicamente quería enmendarlas blanqueando la violencia machista al cambiarle el nombre por violencia doméstica como si tuviese los mismos componentes la violencia que ejerce un hombre contra una mujer, que es su pareja o ex pareja, con que la que puede sufrir un niño o un abuelo.

Al final, como explicaban ediles de los demás grupos, Vox consigue salirse con la suya y es que se hable de ellos cuando se tratan estos asuntos, ya que al negarse a todo y ser la nota discordante del colectivo acaparan la atención mediática. La socialista Rosa del Mar Rodríguez intentaba pasar de puntillas para no darle ese protagonismo a Vox, pero no podía por menos que afearle que sus planteamientos fueran derogar la Ley de Violencia de Género, y cambiar la violencia machista por violencia doméstica, «voy a contenerme y acabar aquí mi intervención», que decía visiblemente enfadada, al tiempo que le argumentaba al concejal de Derechos Sociales, Paco Cantos, que bien sabía él que era «imposible últimamente» firmar entre todos los grupos del Ayuntamiento (PP, PSOE, Vox y Con Málaga) una moción institucional para conmemorar el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujer, afirmación que más tarde lamentó el popular, pero que entendió a la perfección.

Rodríguez subrayó la importancia de la Ley Integral de Violencia de Género porque hace 20 años sacó del ámbito privado, de las casas, la violencia machista contra la mujer gracias al movimiento feminista, y ponía sobre la mesa que sólo en el año 2023 en Málaga había habido 9.000 denuncias por esta cuestión, en la que queda mucho por mejorar. Afirmación que suscribió el concejal de Con Málaga, Nicolás Sguiglia, que subrayó que la sociedad entera debía sonrojarse y avergonzarse de los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas y proponía que para luchar contra el machismo tóxico el Ayuntamiento de Málaga convocara un encuentro entre hombres, en el que estos debatiesen contra el machismo y por la igualdad. Cantos habló de la concordia, una de las palabras preferidas del alcalde Paco de la Torre, y de que se valorase el consenso para que haya una sociedad igualitaria, pero culminó diciendo que ya veía que no había tenido éxito con la iniciativa institucional.

El portavoz de Vox, Antonio Alcázar, voto en contra de todos los acuerdos de las mociones del PSOE y Con Málaga, con puntos tan básicos como que el Ayuntamiento inste a la Junta de Andalucía a crear en Málaga y resto de provincias andaluzas los centros de asistencia integral 24 horas para víctimas de violencia sexual (para lo que ya hay fondos específicos de la UE), que pedía Con Málaga; o que El Ayuntamiento de Málaga ratifica su compromiso con la lucha contra la violencia machista en todas sus expresiones, que demandaba el PSOE. Alcázar, que leyó de cabo a rabo lo que llevaba escrito en un papel, cambió, como ya hemos mencionado, la violencia machista por la doméstica, criticó al feminismo y la Ley Integral contra la Violencia de Género y el Pacto de Estado porque dijo que no implementan medidas de protección eficaces para la mujer, pero acabó diciendo que había que acabar con esta lacra para la sociedad y votando en contra de todas las propuestas que se presentaron, a las que hizo enmiendas en esta línea, que tanto el PSOE como con Málaga rechazaron. La moción institucional del 25N se quedó en el limbo un año más. También votaron en contra el PP y Vox en contra de que el Ayuntamiento de Málaga elabore una ordenanza abolicionista de la prostitución, por lo que no salió adelante.