Málaga: El colegio del Mapa clama por una restauración urgente
La Escuela Infantil Martiricos de la capital atesora desde 1930 una maqueta en relieve de grandes dimensiones que reproduce la orografía de la Península. «Es un recurso didáctico único que necesita una reparación: ya han pasado 24 años de su última puesta a punto»
María Ruiz abre la verja de entrada con una amplia sonrisa que no se ve pero se intuye tras la mascarilla. «Adelante, esta es su ... casa», dice la conserje -desde hace 16 años- de la escuela Infantil Martiricos de la capital, un coqueto centro con algo menos de 75 alumnos cargado de historia y con una inusual joya en su exterior. «El colegio del mapa, nos dicen», reconoce con orgullo antes de orientar la visita hacia un recurso didáctico «único» que atesoran en la entrada del colegio desde que abrió sus puertas allá por 1930. «Es un mapa orográfico de la Península Ibérica, las islas Balerares y Canarias. También refleja el antiguo Protectorado Español del Marruecos», avanza ahora Isabel González directora de la escuela desde hace nueve años. Desde entonces está empeñada en que esta recreación a escala se someta a una restauración urgente: «La última vez que se reformó fue en 1998 siendo alcaldesa Celia Villalobos: han pasado ya 24 años de su última puesta a punto», dice. «Desde que llegué a la escuela se ha solicitado al Ayuntamiento los arreglos pero aún no hay proyecto a la vista», lamenta.
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El mapa, visible desde el Paseo de Martiricos, a la altura del Puente de Armiñán, mide unos 24 metros de ancho por unos 18 de largo. Se construyó en 1927, tres años antes de que se inaugurara el centro educativo. Fue un empeño del alcalde y gobernador civil y militar de Málaga de la época, el general Enrique Cano, que tuvo como genial aliado al comandante Alfarache que fue el encargado de desarrollar los planos y ejecutar las obras. «Querían un recurso novedoso para enseñar los montes, ríos y mares a los escolares de entonces», cuenta la directora.
Este mapa en relieve fue restaurado en 1998 con fondos del Plan Turístico Cultural de Málaga pero, apunta la escuela, en los últimos años, su deterioro se ha ido acentuado: «El mapa está protegido por Patrimonio, es un bien Patrimonial de Málaga y, por ello, nosotros no podemos hacer ninguna intervención. Le falta pintura, es un sistema de cemento y estuco y está desconchado. Tiene plantas y, cuando las arrancamos, nos llevamos la base también. Necesita una restauración completa», insiste González.
Agua real y accidentes geográficos numerados
Mientras llegan esas ansiadas reformas el mapa sigue recibiendo visitas escolares de otros centros educativos de la provincia malagueña. Para facilitar la tarea del docente, cada montaña del mapa está marcada con números para que los alumnos puedan identificarlas. «Tenemos muchas visitas y un libro donde registramos cada una de ellas», señala la conserje. Para hacer el relieve aún más realista, dispone incluso de un sistema de riego que abren para llenar los ríos de agua hasta que desembocan en el mar. «Cuando abrimos los grifos los ríos llevan agua de verdad y a los niños les encanta», apuntan.
Los datos
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¿Dónde está? El colegio Infantil de Martiricos está en el Paseo de Martiricos de la capital, a la altura del Puente de Armiñán.
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Historia del mapa Lo construyó el comandante Alfarache en 1927. Fue una iniciativa impulsada por el gobernador militar y alcalde de Málaga de la época, el general Enrique Cano. Mide unos 24 metros de ancho por unos 18 de largo.
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Apertura del colegio El centro educativo se inauguró el 5 de julio de 1930 después de la construcción del mapa. Por entonces tenía varios niveles educativos. Don Jaime de Borbón asistió a la inauguración. En la actualidad es un centro de infantil con 75 alumnos.
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Última restauración La última vez que se reformó fue en 1998 siendo alcaldesa Celia Villalobos con fondos del Plan de Desarrollo Turístico Cultural de Málaga, en el que participaban el Ayuntamiento, la Junta y el Gobierno Central.
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Abierto a visitas El mapa recibe cada año visitas escolares de centros educativos de Málaga.
El colegio Martiricos, aunque tenga pequeñas dimensiones, cuenta en la actualidad con todas las ofertas de cualquier otro centro (aula matinal, comedor, etc). Sus paredes y aulas rezuman historia. Tiene una fuente con azulejos sevillanos en la entrada y clases dispuestas en semicírculo con baldosas hidráulicas y ventanas antiguas. En una de esas aulas conservan como un tesoro libros y material de enseñanza de épocas pasadas. «Aquí dentro es como si el tiempo se detuviera. Es un colegio mágico», concluye la directora a la espera de noticias sobre la restauración de su mapa.
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