Los ciclistas de Málaga no se rinden

La marcha tuvo un carácter festivo y contó con familias completas, desde niños hasta personas mayores que defienden este tipo de movilidad. Los participantes salieron desde la explanada del Puerto pasadas las 11 horas y fueron por el paseo marítimo hasta El Palo para finalizar, ya de vuelta, junto a la puerta del Ayuntamiento. En esta ocasión no se leyó ningún manifiesto «porque el del pasado 14 de febrero sigue plenamente vigente».

El presidente de Ruedas Redondas, José Luis Martín, recordó al inicio de la marcha que el equipo de gobierno sólo ha asumido el 10% de sus propuestas al plan municipal de la bicicleta y lamentó que las medidas actuales sólo animan a que muchas personas abandonen el uso de la bicicleta porque su uso es peligroso entre coches. «La ciudad se merece otra movilidad sostenible, activa y saludable».

Durante su intervención inicia, Martín también tuvo palabras de cariño y recuerdo para el periodista y compañero de Diario SUR, Ignacio Lillo, que el pasado viernes tuvo un accidente con su patinete por el mal estado de la carretera y se ha roto la rodilla. «Se cayó en uno de los 'timocarriles30', en los muchos hoyos que hay, porque no son accesibles, no son seguros y no permiten que una persona se desplace por ellos», denunció.

En la colorida protesta participaron Antonio Barrios y Dori Ferpeto, una pareja que acudió con sus tres hijos pequeños para denunciar que por culpa de las nuevas ordenanzas sus niños no podrán aprender a montar nunca. «Es un peligro ir por la carretera con los niños; tanto por la velocidad a la que van los coches como por la seguridad», consideró ella. Explicó que se habían comprado una bicicleta con sidecar para ir al colegio que no han podido estrenar aún por miedo a tener un accidente. «Eso es lo que le estamos enseñando a las futuras generaciones», resumió.

Especialmente preocupado se mostró Francisco García, un ciclista que también acudió a la 'bicifestación' junto a su hijo. «Con la situación actual estamos en peligro», sentenció. Aunque él no ha dejado de desplazarse en bicicleta, consideró que los coches son un verdadero riesgo para las personas que circulan por el actual carril 30, ya que la única defensa que tienen es su cuerpo.

También de la misma opinión fue Francisco Javier Sevillano, aficionado a las dos ruedas desde pequeño. «Es una vergüenza que en cualquier calle medio ancha no se habilite un espacio para que todos los ciclistas puedan circular de forma segura», dijo. En su caso, que se desplaza con este medio hasta para ir al trabajo, aseguró haber sufrido diferentes percances por culpa de vehículos que pasan demasiado cerca y rápido sin respetar a los demás.

Aunque la protesta se convocó sin tintes políticos, a la marcha se sumaron tanto el PSOE como la confluencia Adelante Málaga, que aprovecharon la mañana para denunciar la improvisación y el poco tacto del equipo de gobierno con este colectivo. En palabras de la concejala Remedios Ramos, el equipo de gobierno municipal trabaja de forma improvisada y toma medidas que «son una chapuza».

Como ya adelantó este periódico el viernes, la protesta se produce apenas dos días después de que el área de Movilidad cambie de criterio y decidiera abre un carril bici de forma provisional en la acera del paseo de Picasso, en el tramo de acera entre Antonio Martín y los Baños del Carmen. El Consistorio adopta esta medida provisional mientras se licita y ejecuta la obra para el ensanche del pavimento y la delimitación del espacio entre ciclistas y peatones, ya que la segregación del carril ciclable que se realiza cada fin de semana ha evidenciado problemas de retenciones que desaconsejan mantener esta medida durante el verano.