El Cementerio Inglés empieza a volver a la vida

Tres meses después de ese anuncio, que generó un profundo impacto en la ciudad por su estrecha vinculación con esta necrópolis abierta en 1831, el Cementerio Inglés quiere recuperar el pulso y las visitas con una agenda que esperan siga ampliándose en los próximos meses. La primera de las actividades tendrá lugar este martes, día 18 de mayo, con motivo del Día Internacional de los Museos, cuando el espacio celebrará una jornada de puertas abiertas entre las 11.00 y las 20.00 horas para reivindicar su condición de crisol de culturas y de historias. No en vano, el camposanto, ubicado en la avenida de Príes, fue el primero en abrir sus puertas en la península para dignificar los enterramientos de los súbditos de religión anglicana que morían en la ciudad y que antes de 1831 eran depositados en la playa, enterrados de pie en la arena y a merced de las tempestades y las alimañas. Con el paso de los años, el Cementerio Inglés se ha convertido en un escenario excepcional para la convivencia de todo tipo de religiones y sus terrazas son las depositarias de personajes clave para la historia de la ciudad como Robert Boyd, los náufragos de Gneisenau, Jorge Guillén, Marjorice Grice-Hutchinson o Gerald Brenan, entre otros.

Más allá de esas jornadas de puertas abiertas, el 22 de mayo (sábado) tendrá lugar la primera representación cultural en más de un año con la celebración del espectáculo de ópera «Mademoiselle Traviata» (a las 21.00 horas), a cargo del grupo 'El Trovador'. La Fundación que se encarga de la gestión del Cementerio Inglés informa de que las entradas pueden adquirirse en Eventbrite (www.eventbrite.es).

Con estos dos eventos, el Cementerio Inglés aspira a recuperar la normalidad en sus instalaciones y sus visitas guiadas, erradicadas de la programación desde marzo de 2020 a causa de la crisis del Covid. «Seguimos luchando para pagar las facturas», confirman desde el patronato del Cementerio, cuyos voluntarios se han encargado en las últimas semanas de adecentar el jardín del camposanto, ya que la situación ha llegado al límite de tener que prescindir de los servicios del jardinero. Igualmente, las visitas han estado limitadas en los últimos meses a los fines de semana, con esos mismos voluntarios haciendo turnos sábados y domingos de diez y media de la mañana a tres de la tarde para acompañar a los grupos de ciudadanos que acuden al cementerio. El domingo, además, se aprovecha el oficio religioso para permitir estos recorridos por sus instalaciones.

En este sentido, desde el patronato calculan que el camposanto necesita para su mantenimiento básico y escaso personal unos 2.500 euros al mes, y sus recursos proceden eminentemente de donaciones privada, que suman unos discretos 30.000 euros al año. No obstante, por el momento, y a falta de ayudas directas por parte de las instituciones que permitan su viabilidad, el Cementerio Inglés mantendrá sus restricciones.

Por el momento está sobre la mesa el compromiso por parte del Ayuntamiento de Málaga de poner en marcha una agenda cultural que permita la supervivencia del camposanto y el propio alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, anunció hace unas semanas que se ha puesto en contacto con empresas «preferentemente británicas, para que contribuyan al equilibrio económico de la fundación«. Además, adelantó que el Ayuntamiento, »aún si ser instalación municipal (el cementerio), colaborará para completar los fondos necesarios».

Hasta que llegue ese balón de oxígeno, los responsables de la Fundación recuerdan que los ciudadanos pueden sumarse a la petición de ayuda a través de su página web (cementerioinglesmalaga.org), donde se pueden inscribir como voluntarios, como amigos de la fundación (con cuotas mínimas de veinte euros al año) o con donaciones específicas.