Los Baños del Carmen vuelven a ser de Costas y despejan su transformación en un gran parque

Este documento determinará oficialmente que los privados dejan de tener derechos de explotación sobre el solar del antiguo camping, con una extensión de unos 31.000 metros cuadrados, y que volverán de este modo a ser de titularidad y uso exclusivo de Costas, tras cien años de concesión. El grupo empresarial que lideran Damián Caneda y José Luis Ramos mantendrá la explotación del restaurante, restringido a una superficie de 1.802 metros cuadrados y, de momento, con prórrogas de seis en seis meses, para lo que ya se ha actualizado el canon. En realidad, el largo proceso para llegar hasta este punto se inició hace justo un año, el 29 de julio de 2018, cuando caducó la concesión, llamada «en precario» por ser anterior a la Ley de Costas de 1988, y que se otorgó por un periodo de un siglo. Ya entonces, Medio Ambiente determinó que el establecimiento podía continuar con su actividad, ceñida a la superficie autorizada previamente por la Demarcación, y hasta que se convocara un concurso público para designar a su futuro titular.

Este paso es mucho más que un tecnicismo. A partir de mañana se despejará legalmente el camino para que el Ayuntamiento, en colaboración con Costas y el Ejecutivo central puedan acometer el parque marítimo terrestre que los vecinos de Pedregalejo y los grupos ecologistas llevan reivindicando más de 40 años. El acuerdo alcanzado años atrás en el marco del Plan Especial determina que el Ayuntamiento redactará el proyecto y ejecutará los trabajos, con la financiación de Madrid. La Gerencia de Urbanismo ya está trabajando en la adaptación del diseño antiguo para reducir su impacto y darle un sentido más ecológico. El presupuesto municipal de 2019 contempla una partida para contratar la asistencia técnica, que se llevará a cabo de la mano con el titular del suelo.

En las últimas semanas se han visto pasos que apuntaban en la dirección que ahora se ha confirmado. Primero fue Medio Ambiente de la Junta la que, a petición de los vecinos, acometió el vallado y la señalización del espacio junto a las antiguas pistas de tenis donde habita la siempreviva malagueña, una planta endémica en peligro de extinción. Más recientemente, Costas encargó la reconstrucción de un tramo del muro de cerramiento exterior del recinto, que fue derribado por el viento tras un temporal en mayo. Además, técnicos de la empresa pública estatal Tragsa ya han inspeccionado la zona para determinar las actuaciones más urgentes y que comience el proceso de apertura a los ciudadanos.

Como es habitual en la historia del balneario malagueño, todavía quedará un escollo. Y es que la Demarcación, en virtud de la Ley de Costas, ha reclamado a los privados que acometan una serie de trabajos de demolición y restitución del solar a su estado original. La empresa se ha opuesto y ha presentado un recurso.