Una de las orientaciones elegidas de los vencejos, en los tambuchos de las pequeñas ventanas de la segunda planta de la Casona anidan. P. R. Q.
La Casona del Parque

El Ayuntamiento de Málaga tiene okupas: te explicamos cómo llegaron y cómo viven

Varias parejas de vencejos han penetrado en los tambuchos de madera de iroko que instalaron en 2021 y han tenido crías, que se hacen notar por los ruidos que hacen en sus particulares nidos

Martes, 24 de junio 2025, 00:20

Empezaron a hacer ruidos extraños, como si unas uñas rasgasen una pieza de madera, después lo que podrían ser pequeños golpes a una puerta, y ... por último, acabaron delatándose. Son esas cosas de la naturaleza, que no se pueden refrenar. Que no se han parado de hecho, y que cuando los pollitos empezaron a piar en el nido, en los grupos municipales del Ayuntamiento de Málaga, en donde se alojan a los partidos políticos, supieron que había gato encerrado. Bueno, más bien ave encerrada, y no una sola, eran unas cuantas.

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Ahí, dentro de los maravillosos tambuchos de madera de iroko, los que el área de Servicios Operativos cambió en 2021, junto a las ventanas para que hubiese estanqueidad en el edificio, y el agua de la lluvia no entrara en las estancias, se ha producido el milagro de la vida. Y el de la okupación, esta vez, afortunadamente, permitida y consentida.

Se ve que los antiguos cajones de madera de pino del edificio centenario no les gustaban y desde hará un par de años han decidido que vuelven todas las primaveras al apartamentito con vistas a los jardines de Pedro Luis Alonso o Puerta Oscura, no se vayan a creer que los vencejos se hacen hueco en cualquier sitio. Los inquilinos con papeles de los partidos, bueno esos señores y señoras que van y vienen según los elijan los ciudadanos en las urnas, algunos concejales, pensaban que se trataba de lo que se conoce como aviones, pero su forma de hacer el nido, entre otras características, ha llevado al integrante de Sociedad Española de Ornitología (SEO-Bird Life), Julio Carralero, a determinar de qué bichos se trata, como hablan en el argot los expertos. Y como hay que ponerles nombre y apellidos, ya que las aves son exquisitas y selectivas, son las 'Apus apus' o 'Apus pallidus' (común y pálido), que son migratorias y han venido a criar desde África, donde el calor les afecta, de ahí que cada primavera hagan su aparición por estos lares.

Vencejo común. SEO-Bird Life

«Son una especie fuera de lo común porque no se posan en ningún sitio y tienen las patitas muy cortas», indica el ornitólogo. Duermen volando, y hasta copulan volando, así que cuando entran en el tambucho es para caer medio muertas de tanta actividad. Con este ajetreo es casi imposible captarlas al vuelo, aunque sí apercibirse de que se mueven con un aleteo alocado y todas sin control, como si fuesen a chocarse. Desde lejos parecen enjambres de abejas con cierto enfado. Como tienen filopatria, la tendencia natural es volver al sitio de donde proceden o a lugares cercanos, por lo que la Casona ya forma parte de sus dominios.

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Lo cierto es que, como subraya Carralero, serán o no okupas, pero estos señores y señoras son españoles, ya que han nacido aquí, y serán los jóvenes del año que volverán en la siguiente primavera a reproducirse con vistas a la plaza de toros y a la plaza de Torrijos. La verdad es que no tienen mal gusto para elegir los espacios en donde dar rienda suelta al milagro de la naturaleza.

Los vencejos viven en los tambuchos del grupo socialista y de Con Málaga, mirando a los jardines de Puerta Oscura y Pedro Luis Alonso. P. R. Q.

Además, y por si fuera poco, son insectívoros, así que su presencia asegura que los mosquitos estén a raya, ya que necesitan cientos de ellos al día para vivir. «Los cazan sin problemas al vuelo porque tienen un pico muy grande», que explica Carralero, mientras presenta con honores a la cotorra argentina que vive con él en su casa. «Era precisamente del Parque de Málaga. Un día paseando vi que tenía un ala rota y que no levantaba el vuelo, así que me la traje a casa. Y aquí está conmigo, que no para» haciendo el ruido que algunos expertos llaman cantar y otros, silbidos o gorjeos.

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Ahora toca estar atentos a los pollos de vencejos por si se caen estos días con sus primeros vuelos por su falta de pericia. Si esto ocurriera, la ayuda más cercana es SOS Vencejos, que los alimentan a bases de larvas. Mientras tanto, verlos volar es un espectáculo privilegiado. De primera.

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