La Asociación Española Contra el Cáncer pide que no se fume en la calle Larios de Málaga

Esta campaña, que se lleva a cabo con motivo de la celebración el 31 de mayo del Día Mundial Sin Tabaco, recabará firmas que posteriormente se presentarán a los ayuntamientos y que también servirán para instar al Gobierno a que acelere los plazos y que antes de que finalice 2022 la ampliación de la Ley Antitabaco esté ya en trámite parlamentario. A ese respecto, la AECC reclama ampliar la actual Ley Antitabaco para proteger a la población en general y a los menores en particular, de forma que se quite el humo de tabaco en espacios públicos de convivencia común.

En el caso de Málaga, la AECC «pide liberar de humo la vía más emblemática, centro neurálgico de la capital, una de las arterias comerciales más importantes de España y punto de unión para negocios de hostelería, la vida económica, cultural y social de la ciudad». Y argumenta que la calle Larios «es la puerta de entrada al Centro de Málaga de las decenas de miles de turistas y cruceristas que nos visitan cada año. Lugar de paseo de los malagueños y donde celebramos nuestras fiestas y tradiciones más importantes en Carnaval, Semana Santa, Feria y Navidad».

A juicio de la Asociación contra el Cáncer, declarar la calle Larios espacio libre de humo pondría a la ciudad en la vanguardia de la lucha contra el tabaco como ya están haciendo otras capitales. «La Asociación Española Contra el Cáncer es consciente de la dificultad que acarrea su propuesta, sin duda, similar a la ocurrida en su día cuando se planteó su peatonalización. Pero lo cierto es que hoy todos caminamos por la calle Larios y ya no hay vehículos. Conseguirlo no es imposible», asegura.

Según datos del Observatorio del Cáncer de la AECC, el número de fumadores asciende en la provincia de Málaga a 298.025 personas, lo que supone el 21 por ciento de la población. El 17 por ciento son exfumadores (243.006 personas); el 3 por ciento, fumadores ocasionales (40.297 personas) y el 59 por ciento no han fumado nunca. «De aquí se desprende que la decisión de fumar de un 21 por ciento de la población prevalece sobre el derecho a tener un espacio libre de humo del resto de la sociedad», dice la Asociación Española contra el Cáncer.