Luz verde al tejado de la Catedral de Málaga

Los técnicos de la Consejería de Cultura han dado finalmente vía libre al diseño elaborado por la diócesis para dotar de una cubierta al primer templo de la ciudad, un pronunciamiento que este martes será abordado en la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, un órgano consultivo de apoyo a la delegación de Cultura que suele alinearse con las conclusiones de los informes previos.

Así, podría decirse que ya está el camino despejado para ejecutar una cubierta a dos aguas que es heredera de la que dejó dibujada el arquitecto Ventura Rodríguez en 1764 y que nunca llegó a realizarse. Durante más de dos años, los arquitectos Juan Manuel Sánchez La Chica y Adolfo de la Torre Prieto, junto con un equipo de especialistas en estructuras, cálculo de instalaciones, restauración e historia, capítulo redactado por el catedrático de Historia del Arte Juan Antonio Sánchez López, elaboraron un minucioso proyecto de un tejado a dos aguas formado por una estructura de madera laminada y acero que podrá visitarse por dentro y por fuera, y que estará cubierto con tejas de cerámica vidriada en dos colores, miel y crema, para asemejarse a los tejados de la iglesia del Sagrario y del palacio episcopal.

En 2016, a raíz de la presentación del plan director para la Catedral elaborado por la diócesis, técnicos de Cultura mostraron sus reparos respecto a la posibilidad de dotarla de una cubierta, y siguieron defendiendo la utilidad de la 'segunda piel' de ladrillos que se aplicó al exterior de las bóvedas hace 12 años según la idea del arquitecto gaditano Juan José Jiménez Mata. Sin embargo, el evidente fracaso de esa intervención, en la que se han multiplicado las grietas y los desperfectos en los últimos años, y que no ha servido para poner freno a las goteras, que se han venido repitiendo en momentos de fuertes lluvias, como sucedió el pasado 25 de marzo, ha terminado por hacer ver la necesidad de terminar una obra que está sin acabar, sencillamente porque no tiene cubierta.

En el último año, los responsables de la Consejería de Cultura en Málaga y en Sevilla han trabajado para dar viabilidad técnica a este proyecto que el Obispado registró en las oficinas autonómicas en la primavera del pasado año. Como avanzó SUR el pasado 2 de mayo, era cuestión de días o semanas que finalmente la Junta emitiera un pronunciamiento positivo.

El proyecto de tejado para la Catedral de Málaga elaborado por la Iglesia ha recibido las bendiciones de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, una de las entidades más prestigiosas a nivel nacional en el ámbito del patrimonio. Además, el pleno del Ayuntamiento aprobó por unanimidad el pasado mes de octubre una moción del PP para exigir a la Junta que autorice la cubierta para la Catedral.

Con un presupuesto que ronda los diez millones de euros, vendrá a reemplazar al actual recubrimiento de las bóvedas con una solución 'a la catalana', formada por una piel de láminas de plomo recubierta con ladrillos, que no ha dado los resultados esperados. Aquella obra de 2009, impulsada por el Gobierno central, la Junta y el Ayuntamiento, que sufragaron los casi dos millones de euros que costó, ha arrojado en los últimos años claros síntomas de ineficacia y deterioro irreversible.

Tras el visto bueno de Cultura, el Obispado deberá articular los mecanismos de financiación de esta obra. No obstante, todo apunta a que el proyecto podría ser objeto de ayudas por parte de las administraciones públicas. En ese sentido, cabe recordar las numerosas subvenciones otorgadas en los últimos años por parte de la Oficina de Rehabilitación Urbana del Ayuntamiento para la reparación de templos. Además, podrían conseguirse ayudas para esta actuación tanto de la Junta como del Gobierno central, como canalizadores de los fondos europeos.

El proyecto elaborado por la diócesis ha estudiado en detalle el sistema de evacuación de aguas de esa nueva cubierta, que tendría la ventaja de que sería 'registrable' en todo momento para reparar cualquier incidencia. Para ello se ha previsto realizar nuevos canales sobre los originales, que no se perderían, y bajantes más eficaces que recogerían el agua no solo de la cubierta superior, sino también de las intermedias situadas sobre las capillas del edificio. Asimismo, contempla la construcción de una nueva cubierta a cuatro aguas para la actual sacristía, ya que la actual se encuentra muy deteriorada. A nivel estético, el diseño planteado añade la opción de construir la balconada que bordea el perímetro de la cubierta superior en el diseño del siglo XVIII.