Aroma a chocolate
Málaga a trazos ·
Desde la ventana tenía una vista directa sobre las bellas casitas abandonadasHace ya tiempo que mi amigo se mudó de su piso en la avenida de Fátima. Vivía en un primero y su dormitorio daba a ... calle Malasaña; desde la ventana tenía una vista directa sobre las bellas casitas abandonadas que un día formaron parte de la fábrica de Chocolates Santa María.
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No es la vista, sin embargo, el sentido que el recuerdo de tal ventana le estimula en primera instancia, sino el olfato. Lo curioso del caso es que la fábrica ya no estaba en funcionamiento cuando él aún vivía allí, pero la sonrisa con la que suele referir el asunto -goloso como es él- es lo bastante amplia como para no dudar de la sinceridad de su declaración: el edificio desprendía un intenso y embriagador aroma a chocolate, del que se había impregnado durante décadas y que el paso de los años no había disipado.
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