Antonio Camaño, de supervisor de urgencias en el Clínico a campeón de Europa de 20 kilómetros marcha

Ser campeón de Europa es un logro que se une a un destacado palmarés que empezó a fraguarse cuando Camaño se adentró hace cuatro años en el mundo de la marcha atlética de la mano de Jacinto Garzón, un entrenador de marchadores de élite que vio cualidades en este enfermero malagueño, que ya era un excelente deportista, y le recomendó que empezara a practicar esta disciplina atlética. «Jacinto Garzón es mi preparador; le estoy muy agradecido por haber confiando en mí y por ayudarme a poder competir en mejores condiciones», dice Antonio Camaño, un hombre al que no le asustan los retos ni profesionales ni deportivos.

En su labor en el hospital se siente útil en la atención de enfermos críticos, un área en la que la vida y la muerte se dan la mano y donde hay que extremar el cuidado para conseguir que los paciente superen su estado de gravedad. «El deporte me ayuda a ser sistemático y a tener el trabajo muy estructurado», indica este enfermero que, tras obtener plaza en atención primaria, prefirió desarrollar su actividad en el área de urgencias y cuidados críticos del Clínico.

Para ir superando obstáculos en el difícil universo de la marcha atlética, Antonio Camaño se apoya en la disciplina, porque es consciente de que sin sacrificio no hay posibilidad de triunfo. Por eso, entrena cinco o seis días a la semana durante un tiempo que oscila entre una hora y media y dos horas. Para comprobar que cumple a rajatabla su rutina solo hay que ir al paseo marítimo, al estadio de atletismo de Málaga o la prolongación del Campus de Teatinos, lugares donde, zancada a zancada, se entrena para las competiciones en las que participa. Esa preparación la intensifica cuando se acerca una prueba.

Su mayor logro hasta ahora es ser medalla de oro en el europeo celebrado en Venecia, pero anteriormente ya fue subcampeón de España de 20 kilómetros marcha de veteranos y campeón andaluz. Este año se clasificó para el campeonato español absoluto de 20 kilómetros marcha, prueba en la que compitió con atletas profesionales e hizo un buen papel. «Yo era el único marchador que no era profesional», señala. También obtuvo la clasificación para la prueba absoluta de los 50 kilómetros marcha. El reto que se ha marcado para 2020 es volver a participar en esa prueba. «Cada año voy mejorando y veo que avanzo. No voy a dejar mi profesión de enfermero por el deporte, pero me siento feliz compitiendo», relata Antonio Camaño, con orgullo que le aporta la medalla de oro recientemente recibida.