Animalistas exigen que la perrera municipal cumpla la ley y sea un centro de protección

«¡Esa perrera es una condena!» ha sido el grito más escuchado en la concentración, en la que se ha pedido más personal; microchip para identificar a todos los animales; registro público de entradas y salidas; ampliación del horario de apertura a la tardes para visitas y adopciones; eliminación inmediata de las gateras microondas; limpieza y desinfección de cheniles y gateras sin dejar a los animales empapados; solución a los ejemplares que están meses o años por temas judiciales; sacrificio cero real, y acceso a voluntarios sin que tengan que firmar cláusulas sancionadoras de confidencialidad que consideran una «censura».

A todo ello , la plataforma una la exigencia de veterinarios y auxiliares 24 horas al día. «Solo están por las mañanas, pero los animales se ponen enfermos por la tardes, de noche y los fines de semana y tienen que tener asistencia», ha explicado a SUR Miriam Sierra, de SOS Perrera, que también ha denunciado la falta de diálogo con la concejala de Sostenibilidad Medioambiental, Penélope Gómez, con quien se reunieron esta semana.

«Nos convocaron a una reunión y dijimos que iríamos si nos dejaban exponer los diez puntos de nuestro manifiesto. Nos confirmaron que nos dejarían hablar, pero tras exponer los representantes municipales los cambios que ellos consideran, se levantaron y se fueron», ha señalado la representante de SOS Perrera, que califica las medidas expuestas en aquella reunión por el CEPAM de «lavado de cara». «Además siempre dicen que van a hacer cambios, pero es de boquilla porque después nunca los cumplen», ha criticado.