Paco de la Torre se justifica por el pleno de la bronca: «Me molestó que no dejaran hablar a la empleada de Limasam»
El alcalde de Málaga se refiere a la intervención de la responsable del cuartelillo de Miraflores, que habló entre gritos y protestas. Toni Morillas afirma que han bajado un 90% las infracciones en materia de limpieza, lo que indica que los vecinos son limpios
La limpieza los ha vuelto virales estos días, tanto a la concejala del ramo, Teresa Porras, como al alcalde de Málaga, Paco de la Torre, ... que en el pleno de la bronca, que ha dado la vuelta al país, no templó como había hecho en otras sesiones, en este caso en concreto por la queja y los gritos entre el público, que protestaba por la suciedad en sus barrios.
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Hubo un momento, como ayer contaba esta sección, en el que se desató la furia. Fueron dos minutos de griterío cuando intervenía una empleada de la empresa de limpiezas (Limasam), concretamente María José Díaz Sánchez, la coordinadora del cuartelillo de Miraflores de los Ángeles, que indicaba que «el revuelo era más político que critica constructiva» y que la única señora que valoraba su trabajo, el de los operarios, era Teresa Porras. Justo ahí, que eran las 11.00, esta sección cronometró 120 segundos de chillidos y protestas. La operaria se defendía diciendo que ella no le había faltado el respeto a nadie, y acababa con un «juntos encontraremos soluciones» e invitaba a los presentes a un día de trabajo con los operarios de Limasam.
Fue en este momento en el que el alcalde de Málaga, Paco de la Torre, afirmó que se sintió molesto por no poder controlar la sesión y que no la dejaran intervenir, como afirmó ayer a SUR. En concreto, De la Torre afirmó que le molestó y le pareció «indignante» que no la dejaran hablar. «Cuando llega una persona que piensa de forma distinta hay que respetarla». De la Torre, que además de ser alcalde preside el pleno, indicaba: «Había una presión tal, que me parecía que había que defenderla para que pudiera hablar; trataba de recuperar el silencio para que fuera posible».
Ese justo era el momento en el que el regidor interpelaba a uno de los asistentes al pleno, que estaba en segunda fila, y le mandaba a callar, y más tarde lo expulsaba de la sesión. Se trataba de un asistente habitual a los plenos, concretamente Miguel Jiménez, pareja de la que fue candidata de Adelante Andalucía al Parlamento Andaluz por Málaga Carmen Máximo, que también abandonaba más tarde la sala.
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«Mis palabras tan virales fueron para que esta señora pudiera hablar e iban dirigidas al que estaba señalando a esta mujer (la operaria de Limasam)», que precisamente era Miguel Jiménez, quien gritaba que era la «capataza» de su barrio, algo que escucharon todos los que estaban en el público, mientras otros la llamaban «mentirosa», unas imágenes que están grabadas. El espectáculo, y los que estaban allí bien lo saben, no era muy edificante.
«A esto respondían estas palabras mías. No se puede llevar a gente a que hable y no dejar que otros no puedan hablar, y todo porque tienen una opinión distinta a la suya; es la peor lección de democracia que podemos dar». Y además incidía que a la empleada la insultaron. Ella se defendió: «No estoy mintiendo; estoy diciendo la verdad», puntualizó.
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«Todo este ruido a la ciudad no le viene bien, a mi criterio», afirmó el alcalde. Cuando esta sección le preguntaba que por qué no había tenido un gesto como el del día anterior, afirmando que implementaría un plan de choque de baldeo si se podían alquilar las hidrolimpiadoras en verano, que están muy solicitadas, indicaba: «No hubo un clima para gestos, pero se apruebe lo que se apruebe nosotros vamos a trabajar a tope para que la ciudad esté excelente, también en materia de limpieza». Afirmaba, para terminar el regidor, que había que tener en cuenta que Málaga era una ciudad mediterránea, en la que hay muchos árboles que manchan el suelo y donde llueve poco.
Con Málaga. Morillas indica, con datos, que los vecinos son limpios
En mitad de la tormenta del verano con la polémica de la limpieza, la campaña en redes que sigue activa #PorrasYoNoMiento y la resaca del pleno de la bronca, que sigue reverberando por los pasillos de la Casona, la viceportavoz de Con Málaga, Toni Morillas, ponía un dato sobre la mesa. Según el área de Seguridad y de la Policía Local, se ve que han caído de un 80% a un 90% las sanciones por infracción de la ordenanza de limpieza. En concreto, en 2021, las multas que puso la Policía Local por este particular fueron 1.069, mientras que en lo que llevamos de 2025 se han contabilizado 103 (el año pasado completo, 2024 sólo se contabilizaron 244).
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Estas cifras han llevado a Morillas a indicar que es obvio que los ciudadanos son limpios y que «estos números demuestran que la responsabilidad de la suciedad en Málaga reside en la nefasta gestión del gobierno local del PP, no de la ciudadanía». La viceportavoz de Con Málaga también indicaba que la denuncia de Limasam había sido «rotunda» cuando han criticado este lunes la falta de medios y de personal, y que «el problema está en la mala gestión del PP», por lo que volvía a pedir la dimisión de Teresa Porras, como ya hiciera en el pasado pleno.
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