El SAS dotará este año de tres resonancias a los hospitales Materno, Clínico y Guadalhorce

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) dotará de tres resonancias magnéticas a los hospitales públicos malagueños. Una será para el Materno Infantil, lo que evitará que los niños tengan que ser trasladados a Carlos Haya para hacerles esa prueba; otra se instalará en el Clínico Universitario y la tercera será para el Hospital del Guadalhorce. La inversión total de la compra e instalación de esos equipos se aproxima a los cinco millones de euros.

La resonancia es una técnica que sirve para diagnosticar diferentes enfermedades o estados patológicos mediante la obtención de imágenes del cuerpo sin necesidad de utilizar rayos X. Esa prueba es una herramienta importante para el diagnóstico de pacientes que sufren enfermedades neurodegenerativas, que tienen un cáncer o que están afectados por dolencias cardiovasculares o reumatológicas.

La resonancia del Materno ya ha salido a concurso (está en fase de licitación y de presentación de ofertas). Está previsto que ese equipo empiece a funcionar en el último trimestre de este año. Ese equipamiento es una reivindicación que profesionales, familiares de los menores y sindicatos vienen formulando desde hace tiempo, al considera que no es de recibo tener que trasladar a los pequeños, algunos en estado muy grave, en ambulancia hasta Carlos Haya.

A lo largo de este año, el Clínico Universitario dispondrá de otra resonancia magnética, que se sumará a la que ya tiene. Asimismo, se adquirirá otra resonancia para el Hospital del Guadalhorce, que en estos momentos carece de ella. El importe de ambos equipamientos asciende a tres millones de euros. Se prevé que las dos resonancias empiecen a prestar servicio en el último trimestre de 2017. Ahora se procede a la licitación y a la presentación de ofertas de la empresas.

Obras de dos búnkeres

Entre las actuaciones de mejora aprobadas por el SAS para este año en los centros hospitalarios malagueños están las obras de construcción de dos búnkeres para la instalación de sendos aceleradores lineales. Esos nuevos equipos se añadirán a los dos existentes y serán fruto del acuerdo alcanzado por la Consejería de Salud con la Fundación Amancio Ortega. Los aceleradores se utilizan para dar radioterapia a pacientes con cáncer. Se estima que al menos un 40 por ciento de todos los enfermos curados de cáncer han recibido radioterapia como parte de su tratamiento y, en un 16 por ciento de los casos, la curación se debe exclusivamente a la radioterapia.

Merced a la colaboración de la Fundación Amancio Ortega, la provincia de Málaga dispondrá en 2019 de siete aceleradores, dos más de los que tiene en la actualidad. De los cinco equipos que llegarán, dos serán de nueva creación (los recibirá el Hospital Clínico) y tres, también nuevos, sustituirán a dos que hay ahora en Carlos Haya y a otro del Clínico.

Otro proyecto en ejecución es una nueva sala de hemodinámica en Carlos Haya en la que se atenderá a pacientes con problemas cardiovasculares y se harán intervenciones como, por ejemplo, los cateterismos cardiacos. Esta sala debe estar en marcha en el último trimestre de 2017, según informaron fuentes oficiales del hospital.

Asimismo, está previsto que se lleve a cabo, a lo largo de este año, la renovación tecnológica de diferente equipamiento electromédico, por valor de 450.000 euros, en las áreas del Materno Infantil, UCI y anestesiología, a las que se dotará de nuevos monitores, respiradores ecógrafos, mesas quirúrgicas, etcétera. A ese respecto, profesionales del Materno explicaron a este periódico que en las consultas de ginecología hay varios ecógrafos tan antiguos que ya están descatalogados y para los que no hay repuestos en caso de avería. Como se han quedado obsoletos, la resolución de las imágenes es mala, hecho que dificulta el diagnóstico. Por tanto, cuando el resultado que se extrae de esa ecografía no es muy fiable, los ginecólogos tienen que volver a repetir la prueba en otro ecógrafo más moderno y de mayor calidad. Ese hecho provoca molestias a las pacientes, demoras en las citas y el aumento de la lista de espera.

Mejoras en urgencias

Por otra parte, el SAS destinará más de 3,5 millones de euros en actuaciones de obra y mejora de equipamiento en las urgencias del Hospital Carlos Haya (monitores, camas etcétera). Otros 450.000 euros se emplearán en la reparación de las cubiertas de los pabellones 3 y 4 del Hospital Marítimo de Torremolinos, un centro que se encuentra muy deteriorado y necesita una rehabilitación integral.

Finalmente, el Clínico recibirá un ecógrafo de alta gama, cuyo precio es de 72.000 euros y el Centro de Especialidades San José Obrero (Barbarela), que pertenece al Clínico, dispondrá de detectores móviles por un valor de 55.000 euros.