Una mujer ebria estrella su coche contra un muro cuando llevaba a su hija de tres años a Sevilla
La menor y su madre, que cuadruplicó la tasa de alcohol, no sufrieron lesiones en el siniestro, que se produjo este martes en Málaga capital
Juan Cano
Viernes, 17 de junio 2016, 00:30
Se dirigía a Sevilla para llevar a su hija de tres años con el padre, del que está separada, según dijo. No llegó a coger ... la autovía. Ni siquiera a salir de Málaga capital. Perdió el control de su coche en una curva y se estrelló contra un muro. Madre e hija resultaron ilesas, pero al ver el estado en el que se encontraba la conductora, los agentes decidieron hacerle la prueba de alcoholemia. Cuadruplicó con creces el máximo permitido, según ha podido saber SUR.
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El accidente sucedió a las 17.50 horas de este martes. La sala del 092 de la Policía Local de Málaga recibió una llamada que alertaba de un siniestro de daños materiales. Al bajar por la calle Ibarra hacia el Paseo de Reding, un utilitario conducido por una joven, que iba acompañada de una niña de corta edad, había colisionado de forma lateral contra un muro al dar una curva sin que se viera implicado ningún otro vehículo.
Cuando llegaron al lugar, los agentes comprobaron que habían saltado todos los airbag del automóvil. Tanto la mujer como su hija, que iba en una sillita homologada, se encontraban en perfecto estado. La conductora manifestó a los funcionarios que se dirigía a Sevilla, ya que debía entregar a la niña a su padre a las 18.30 horas (el accidente ocurrió a las 17.50). Al hablar con ella, los agentes observaron que presentaba claros síntomas de encontrarse bajo los efectos del alcohol, por lo que trasladaron a ambas a las dependencias del Grupo de Investigación de Atestados y Accidentes de Tráfico (GIAAT) de la Policía Local, ubicadas en el Llano de Doña Trinidad.
La madre, que tiene 25 años y también reside en Sevilla, se sometió allí al test de alcoholemia. Según fuentes cercanas al caso, en la primera prueba arrojó una tasa de 1,11 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, cuando el límite genérico para la mayoría de conductores (salvo profesionales y noveles) es de 0,25. Pasados unos minutos, volvieron a repetirla. Superó incluso la anterior: 1,12.
A la vista del resultado y del serio riesgo que había corrido con su hija a bordo del coche, los agentes abrieron diligencias contra ella por un presunto delito contra la seguridad vial por alcoholemia positiva. Al parecer, la joven habría manifestado de forma espontánea que sólo tomó un par de cervezas.
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Según las mismas fuentes, los investigadores del GIAAT han estado examinando la jurisprudencia existente por si, además, pudiera haber incurrido en alguna infracción penal respecto a la niña. Además, remitieron un oficio al fiscal del área de Protección de Menores para informarle de lo sucedido. Paralelamente, los policías locales avisaron al padre de la pequeña, que se desplazó desde Sevilla para hacerse cargo de ella.
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