Piden 600.000 euros a una enfermera a la que hicieron creer que estaba secuestrada

Como relataría posteriormente la víctima, los falsos secuestradores contactaron con ella a través del teléfono fijo del hotel donde se hospedaba. El interlocutor, que se identificó como policía, la convenció de que corría peligro, instándola a que se trasladara a un lugar seguro. Igualmente, le indicó que desconectase su móvil y que adquiriera un terminal nuevo con el que se comunicarían a partir de ese momento. De forma paralela y tras obtener información sobre su familia, lograron contactar con una hermana y le dijeron que la tenían retenida y debía pagar un rescate.

El estafador se las ingenió para conducir a la víctima hasta otro hotel mexicano. Una vez que ella cruzó la puerta de la habitación, el interlocutor le advirtió de que en realidad no era un policía y le explicó que estaba secuestrada. Para impedir que huyera o que avisara a las autoridades, le dijo que había cámaras por todo el cuarto que vigilaban cada uno de sus movimientos. Y le ordenó que nunca colgara la llamada, que es el hilo conductor de la estafa y el medio para insuflar el miedo.

En este caso, la mujer decidió encender su móvil y llamar a su familia debido a la escasa cobertura del teléfono mexicano que acababa de adquirir por indicación de sus supuestos secuestradores. Fue su hermana quien avisó al 091 de la Policía Nacional en Málaga, que activó el protocolo de secuestros. Las primeras investigaciones, desarrolladas por agentes del Grupo de Atracos especializados en este tipo de casos, determinaron que se trataba de un autosecuestro.

Tras llegar a esta conclusión, investigadores y familiares trataron de alertar a la mujer de que estaba siendo víctima de un falso rapto. Se llevaron a cabo multitud de gestiones a través de la Consejería del Ministerio del Interior en la Embajada de España en México con las autoridades de aquel país, que se pusieron de inmediato a trabajar sobre el terreno para localizar a la mujer malagueña.

Cuando la policía mexicana estaba a punto de localizarla, ésta se puso en contacto con su familia a través de su teléfono móvil y les dijo que se encontraba en perfecto estado. Minutos después, una patrulla de agentes, esta vez de los de verdad, se presentó en la habitación del hotel y se hizo cargo de ella para que regresara sana y salva a Málaga.