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Jueves, 11 de febrero 2016, 10:53
Entender las tiendas 'on line' como una oportunidad, en lugar de amenaza, es lo que está salvando a numerosos comercios de barrio de echar el cierre. La proliferación de ventas a través de Internet, unida a que los clientes no suelen estar todo el día en casa para recibir los paquetes adquiridos, han propiciado que los comercios de toda la vida se conviertan también en puntos de entrega. Grandes multinacionales 'on line' como Amazon o Zalando trabajan con empresas de mensajería que permiten la entrega en puntos de venta autorizados, en vez de en los hogares particulares. En toda la ciudad, las empresas Celeritas o Kiala cuentan con una treintena de puntos de entrega, generalmente en quioscos, tiendas de ropa o consumibles. «Es una oportunidad, porque al entrar en tu tienda para recoger un paquete es posible que te termine comprando a ti también», resume uno de los empresarios que ha convertido su tienda en un punto de venta. Para los consumidores también es muy cómodo porque «es complicado coincidir con el repartidor y así sabes que puedes recoger tu compra a lo largo del horario comercial normal».
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