La joven fue examinada en Carlos Haya.

Una mujer denuncia que un amigo intentó abusar de ella tras drogarla en Málaga

El sospechoso, de 44 años, fue detenido tras conocer el resultado de los análisis realizados a la víctima, que dio positivo en benzodiacepinas

Juan Cano

Jueves, 4 de febrero 2016, 00:31

La policía investiga un posible intento de agresión sexual a una mujer de 30 años mediante el uso de narcóticos. El presunto autor, un conocido ... de la víctima, ha sido detenido después de que la joven diese positivo en benzodiacepina, que es el principio activo de un grupo de fármacos psicotrópicos que se utilizan como ansiolíticos o inductores del sueño y que, entre otros, tienen efectos hipnóticos, sedantes y amnésicos.

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Los hechos sucedieron a las diez de la noche del lunes en Málaga capital. La chica acudió al piso del sospechoso, un amigo al que hacía tiempo que no veía y que, al parecer, la llamó para quedar y ponerse al día. El hombre la invitó a su casa, según relataría más tarde la víctima, quien aseguró a la policía que sólo se tomó una cerveza durante la cena. Al terminar, dijo, él le ofreció una copa. Tras un par de tragos, comenzó a encontrarse indispuesta y mareada. La sensación que describió a los agentes era que los brazos y las piernas no le respondían.

Intentó salir del piso al ver que su conciencia empezaba a nublarse. Según declaró, su amigo se abalanzó entonces sobre ella, tratando de retenerla. La joven aseguró desconocer lo que sucedió después ni cómo consiguió escapar, ya que tenía «lagunas», pero sí recordaba que el individuo le impedía abandonar el inmueble agarrándola con fuerza por los brazos, según fuentes cercanas al caso.

Cuando logró zafarse de él y salir del piso, contactó con una amiga, a la que, desorientada, le contó que habían intentado agredirla sexualmente y que pensaba que la habían drogado. Ella la acompañó a urgencias del Hospital Carlos Haya, donde le hicieron las primeras pruebas y le aconsejaron acudir a las oficinas del Grupo de Investigación y Protección (GIP) de la Policía Local, situadas en las inmediaciones del centro sanitario.

Los agentes, tras escuchar su testimonio, activaron el protocolo ante casos sospechosos de agresión sexual y la trasladaron al Hospital Materno Infantil para que fuese examinada. Aunque al parecer no se encontraron restos biológicos de una posible violación, los análisis de sangre sí dieron positivo en benzodiacepinas. Acto seguido, acompañaron a la víctima a la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional, que se ha hecho cargo de la investigación del caso.

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Paralelamente, otra unidad del GIP se desplazó al piso del sospechoso y llamó varias veces sin obtener respuesta. El hombre se asomó primero al balcón y acabó abriendo la puerta a los agentes. Tras ser identificado, manifestó espontáneamente que la noche anterior había cenado con una chica y que ésta se marchó al sentirse indispuesta. Al arrestarlo, le leyeron los derechos por un presunto delito de detención ilegal y lo trasladaron a la Comisaría Provincial. Esa misma mañana, la del martes, el juzgado de guardia dictó una orden de registro de la vivienda del detenido para comprobar si, como sospecha la denunciante, le suministró alguna sustancia para doblegar su voluntad.

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