Teatinos: otro punto caliente donde crece el fenómeno 'terraza'

Los problemas de las terrazas en Málaga no se limitan, ni mucho menos, a la zona del centro histórico. De igual modo, existen otros lugares donde se reproduce, con puntos y comas, el mismo debate: Pedregalejo, El Palo o Teatinos son otros puntos calientes en el mapa de la hostelería en Málaga, donde vecinos y hosteleros viven condenados a entenderse y a tratar de conciliar el derecho al descanso de los primeros con el derecho al negocio de los segundos.

Especialmente significativo es el caso de El Romeral, una barriada del distrito de Teatinos donde la proliferación de los negocios de hostelería, y en ocasiones de los ruidos, llegó a poner en jaque a los vecinos: «Yo llegué a pedir la declaración de zona acústicamente saturada». Lo confirma Romualdo Núñez, presidente de la Asociación de Vecinos El Romeral, que acude a la cita con SURpara intercambiar sus puntos de vista con Óscar Díaz, vicepresidente de la Asociación de Comerciantes de El Romeral y Diego Brenes, secretario general de Mahos. Ambos asumen el espectacular crecimiento que ha vivido Teatinos y su entorno en los últimos años, pero insisten en que «no se puede demonizar a la hostelería», dice Brenes tras insistir en que la «normalidad» es tal que incluso en 2014 recogieron «las firmas de 3.000 vecinos en contra de las medidas que se estaban tomando contra la hostelería en El Romeral».

«Hemos llegado a tener tres medidores de ruido, y el último sólo refleja que tenemos el propio del tráfico rodado», explica Díaz, que llegó al barrio hace más de una década y admite que al principio «esto sí fue una locura». Nada que ver con la actualidad: «Hoy en día se cumple la normativa a rajatabla en más de un 90% de los casos», añade.

Al igual que en el resto de sus compañeros de mesa, los tres están dispuestos a «sentarse» y a llegar a acuerdos, pero cada uno desde su postura. Los vecinos, por boca de Núñez, exigen ser «escuchados y que nos dejen descansar»; los comerciantes lamentan que «últimamente se nos ha criminalizado de una manera brutal», y los hosteleros, por último, denuncian por boca de Brenes que «hay determinadas cruzadas personales que terminan por salpicar a los negocios».