«El rechazo a los transgénicos es infundado en la mayoría de casos»
Catharina Merchante, doctora en Biología. Tras hallar un mecanisno clave para regular el crecimiento de plantas, esta experta defiende el futuro de la biotecnología en la agricultura
J. J. Buiza
Lunes, 14 de diciembre 2015, 00:33
A Catharina Merchante prefiere definirse como una de esas investigadoras «de bata y laboratorio». «Me gusta mucho el campo, pero no trabajar», explica esta benalmadense ... doctora en Biología, quien ha dedicado buena parte de su carrera a explorar las posibilidades de la biotecnología en la agricultura. A sus 34 años puede presumir de haberse formado con algunos de los mejores especialistas de la Universidad de Málaga, la Universidad de Queensland (Australia) o la NCSU (Universidad Estatal de Carolina del Norte), donde ha aprendido los secretos de la bioquímica y la biotecnología vegetal.
Publicidad
«Es una vocación sufrida, uno se da contra muchos muros (experimentos que no salen, hipótesis que no se cumplen), pero la sensación de felicidad que entra cuando las cosas salen es fantástica», afirma. Hace bien poco que tuvo esa sensación, con la publicación de un trabajo que llevó a cabo precisamente en la NCSU y que descubre un mecanismo molecular clave que regula la traducción de proteínas en plantas.
El estudio, que ha aparecido en la prestigiosa revista Cell bajo la autoría de Catharina Merchante y de José Alonso y Anna Stepanova, señala que el gen EIN2, componente clave en rutas de señal de plantas, es responsable de que este proceso quede alterado en presencia de la hormona etileno.
Merchante, investigadora de la UMA del Laboratorio de Bioquímica y Biotecnología Vegetal, destaca que este hallazgo abre la puerta a «evidentes aplicaciones prácticas»: «En las plantas, todos los procesos de regulación son importantes, sobre todo si tenemos en cuenta que éstas no pueden moverse para huir de un estímulo adverso. Las rutas de señal hormonal regulan muchísimos procesos importantes en las plantas. En este caso, la hormona etileno regula, en combinación con otras hormonas, el crecimiento de la planta, las respuestas al estrés y la maduración de los frutos. Cuanto más se conozcan, más posibilidades habrá de controlar mejor esos procesos en las especies de interés agronómico».
Controlar proteínas
El proyecto también ha servido para controlar proteínas. «Si al aplicar una sustancia conseguimos que una proteína desaparezca y que vuelva cuando deje de aplicarse, imagina el potencial de este proceso a la hora de proteínas que puedan ser nocivas en determinados mecanismos biológicos», añade la autora del trabajo.
Publicidad
Catharina Marchante está convencida de que hay que seguir explorando la tecnología para aplicarla a la agricultura o la ganadería. «La población mundial aumenta, se necesitan cultivar áreas cada vez más desérticas, con lluvias muy estacionales, con alto contenido en sal o con metales pesados; evitar plagas que arruinan las cosechas, cultivos con menor necesidad de fertilizantes...», enumera. «El hombre, desde el comienzo, ha modificado los cultivos que nos sirven de alimentos. En nada se parecen los tomates o maíz originales a los que el hombre ha desarrollado mediante la agricultura. Ahora, con la generación de herramientas biotecnológicas, muchas más mejoras son posibles y muchas de ellas ya están. La limitación más grande ahora es la legislación, y el rechazo general, en la mayoría de los casos infundado, a los nuevos cultivos transgénicos», añade Merchante, quien ahora centra su trabajo en las herramientas moleculares de la fresa, dentro del grupo de investigación de Victoriano Valpuesta.
Esta doctora rechaza por completo la idea de que los transgénicos son «una especie de aberración», ya que «todos los cultivos que comemos dejaron de ser naturales cuando se convirtieron en cultivos». Pone el ejemplo del arroz que se ha creado rico en vitamina A, cuyo desarrollo sigue frenado por «miedo o lo que sea», mientras en el mundo hay regiones con abundantes campos de arroz, pero donde los niños sufren, paradójicamente, las carencias de esa vitamina.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión