Vladimir Félix, refugiado: «En mi país un niño es un objeto, no tiene ningún derecho»
Un joven haitiano relata su experiencia como refugiado en Málaga en el marco del primer foro 'Sumando pasos con la infancia'
MARIVÍ MORILLA
Jueves, 19 de noviembre 2015, 01:44
Al haitiano Vladimir Félix le arrebataron la infancia con apenas 13 años. A esa edad tuvo que empezar a trabajar y no sólo por su ... propia supervivencia, sino también por la de su familia, que carecía de los recursos suficientes para salir adelante día a día. Pero su caso no es aislado. En esa misma situación se encuentran la mayoría de los niños de Haití, un país en el que de los diez millones de habitantes, casi la mitad de ellos concretamente cuatro millones, son niños y adolescentes.
Publicidad
«En mi país un niño es un objeto, no tiene ningún derecho», afirmó ayer Vladimir Félix en el primer foro Sumando pasos con la infancia, un seminario de reflexión y debate sobre la realidad de los niños, niñas y adolescentes en nuestros días que organizó la Fundación Proyecto Solidario por la Infancia en el Museo Jorge Rando de Málaga. «Hay padres continuó que venden a sus hijos a otras familias para que se encarguen de hacer las tareas de la casa. En ese momento, los niños pierden derechos tales como ir al colegio o poder ver a sus padres».
Actualmente, este joven de 20 años vive en Málaga gracias a una beca concedida por Proyecto Solidario, que lo trajo a España hace tres años después de sobrevivir al terremoto que azotó su país en enero de 2010: «Sucedió a las cuatro de la tarde cuando había muchos niños en la calle y fue un caos, pero también sirvió para que la gente conociera el país, que hasta ese momento era el gran desconocido». Nunca imaginó tener la oportunidad de venir a estudiar a España porque, como él mismo confiesa, «cuando estaba en Haití sólo pensaba en poder comer, poder dormir y, con suerte, poder jugar con otros niños».
Tras el terremoto, una epidemia de cólera invadió Haití llevándose por delante a más de 8.000 personas y dejando afectadas a 500.000. «Más de dos millones de ciudadanos salieron de mi país buscando refugio, aunque yo no me siento refugiado, sino más bien desplazado», apuntó el joven durante su intervención. Aunque su madre vivía, él residía en un centro de acogida como muchos otros niños del país. «Ella no tenía medios para cuidarme, no es que no me quisiera, y por eso no podíamos vivir juntos», aclaró. En ese sentido, Proyecto Solidario le dio la oportunidad de vivir durante un año con su madre: «Gracias a la asociación pude sentir en mis propias carnes el amor de una madre».
Vladimir Félix acude actualmente a distintos colegios para transmitir a los niños sus vivencias y darles esperanza. «Me gustaría decir a todos los niños que se encuentran en la situación en la que yo estaba que la vida es mucho más bonita de como la pintan en su país», advirtió.
Publicidad
Mañana se celebra el Día Universal de los Derechos de la Infancia. Y es que la pobreza infantil no es un problema sólo de las zonas subdesarrolladas. España es el segundo país europeo con mayor pobreza infantil, un padecimiento que sufren 2,6 millones de niños, o lo que es lo mismo, uno de cada tres se encuentra en riesgo de exclusión social.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión