Detenido por agredir a su novia y a una pareja que actuó al ver que la maltrataba

El suceso ocurrió unos minutos después de la medianoche del día 1 en la calle San Jacinto, cerca del puente de la Esperanza, en el centro de la ciudad. Según fuentes cercanas al caso, la pareja iba paseando por la calle cuando observó a una chica tumbada en el suelo, llorando, junto a una amiga y a su novio, que supuestamente comenzó a zarandearla.

Los dos jóvenes intentaron mediar en lo que parecía ser un caso de malos tratos y el sujeto, que recriminaba a su novia haberse ausentado una hora, reaccionó golpeándoles también a ellos. Ambos resultaron heridos. El chico presentaba una herida sangrante en la nariz y en el pómulo y ella, lesiones en el brazo izquierdo.

La sala del 092 de la Policía Local de Málaga recibió una llamada que alertaba de lo sucedido. Una patrulla se desplazó al lugar de los hechos y, tras entrevistarse con la pareja de novios que intentó mediar, localizó al presunto autor, que tiene 28 años. Cuando los agentes fueron a detenerlo, presuntamente comenzó a lanzarles puñetazos. Además, los amenazó advirtiéndoles de que «ya los cogería fuera», según las mismas fuentes. Tuvieron que reducirlo entre tres policías locales. Tras detenerlo, le intervinieron un bastón la pata de una mesa de 83 centímetros de largo que no llegó a utilizar en el suceso.

Varios bofetones

Los agentes averiguaron que todo había comenzado en el interior de un Ford K en el que se encontraban el detenido, la víctima y dos amigas de ésta, que al parecer presenciaron cómo el individuo le propinaba varios bofetones a la chica, según las fuentes. Pese a todo, la joven, que se encontraba en un estado de gran nerviosismo, rehusó denunciar a su pareja e incluso se marchó del lugar.

La policía actuó de oficio. Lo arrestaron por presuntos delitos de violencia de género, amenazas, lesiones a los novios que mediaron y atentado a agente de la autoridad. Tras ello, lo trasladaron al centro de salud de la calle Reboul, en Cruz del Humilladero. De camino al ambulatorio, el arrestado empezó a golpearse contra el interior del coche, según las fuentes, hasta el punto de que tuvo que ir otra patrulla para ayudar a la primera. Pese a ello, continuó autolesionándose. Ya en el centro de salud, al ser atendido por una enfermera, supuestamente la amenazó diciéndole: «Me la has jugado, sé quién eres, te tengo que coger, me has traicionado».

Su actitud violenta no cesó ni siquiera en dependencias policiales. Mientras se encontraba en los calabozos del Grupo de Investigación y Protección (GIP) de la Policía Local, habría dirigido toda clase de insultos a la unidad que lo custodiaba, por lo que además fue denunciado por la Ley de Seguridad Ciudadana.