Agentes, en el lugar donde dormía el desaparecido.

"Un golpe de agua le hizo caer al cauce"

El amigo del hombre al que se busca tras ser arrastrado por el río aseguró a la Policía que intentó ayudarlo pero que la corriente "tiraba demasiado"

Juan Cano

Jueves, 1 de octubre 2015, 08:05

Sólo saben de él que se llama Tony, es inglés y tiene 25 años. Son los datos que ha facilitado el único testigo de la ... supuesta desaparición, otro indigente que pasaba con él la noche bajo el puente de Tetuán, quien aseguró a la policía que el joven británico fue arrastrado por la corriente tras la crecida del río Guadalmedina a causa de la tormenta.

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A las 1.50 horas de la madrugada del martes al miércoles, una vecina de la zona telefoneó a la sala del 092 de la Policía Local para alertar de que estaba escuchando gritos en el puente. Cuando llegaron al lugar, los agentes hallaron a David, un indigente español, de 45 años, pidiendo socorro a gritos. Estaba nervioso y muy afectado, por lo que inicialmente se le ha dado credibilidad a su testimonio.

Según contó a los policías y a los bomberos que actuaban en el lugar, Tony y él se encontraban bajo el puente de Tetuán cuando la tormenta, que vino acompañada de relámpagos, descargó con mayor intensidad sobre la ciudad, donde se registraron 41 litros por metro cuadrado en la estación del Atabal. En Nerja, localidad de la provincia con mayor volumen de precipitaciones, se llegó a los 86 litros.

Las lluvias más intensas se concentraron en una hora entre las 00.45 y las 1.45 y en un área geográfica concreta Los Montes y los distritos de Puerto de la Torre, Ciudad Jardín y Centro, dejando un reguero de incidencias por coches atrapados en balsas de agua, sótanos anegados y semáforos averiados. El fenómeno meteorológico, conocido como dana, se caracteriza precisamente por ser más localizado. En el caso de la tormenta de ayer, las fuertes lluvias en esas zonas de la ciudad provocaron una fuerte crecida de algunos afluentes arroyo de Los Ángeles y La Palma o el embovedado de la calle Albéniz del Guadalmedina, que multiplicó su caudal en cuestión de minutos.

Crecida por la lluvia

La crecida del río sorprendió a David y a Tony en uno de los márgenes. Según relató el testigo de la supuesta desaparición, su amigo se asomó al filo para mirar, pese a sus advertencias de que era peligroso, y un «golpe de agua» por la proximidad de las rocas le hizo caer al cauce. Él trató de ayudarlo cogiéndolo de un brazo, pero la corriente «tiraba demasiado» y se lo quitó de las manos, arrastrándolo río abajo hasta que lo perdió de vista.

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La policía, que desalojó inmediatamente a una decena de indigentes que dormían en el río una de ellas fue arrastrada unos metros por el agua, realizó una primera batida con ayuda de los bomberos para inspeccionar la desembocadura del Guadalmedina, pero no hallaron ni rastro del joven. Ayer por la mañana, se organizó la búsqueda con un fuerte despliegue de medios. Salvamento Marítimo utilizó un helicóptero y la lancha Salvamar Alnitak, a la que se sumó la patrullera de la Guardia Civil, que también envió al Grupo de Actividades Subacuáticas. Las tareas se reanudaron por la tarde, de nuevo sin éxito, y está previsto que continúen hoy.

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