Nuevo credo: enmendar
El pleno se convierte en un ‘tótum revolútum’ de cambios en las iniciativas casi a gusto de todos los grupos políticos
Pilar R. Quirós
Lunes, 27 de julio 2015, 14:24
Nunca el pleno de la corporación de Málaga fue tan plural como en la última hornada de ediles que nos dio las pasadas elecciones municipales. ... Sí que hubo un tiempo, en el mandato de la alcaldesa popular Celia Villalobos, en el que, pese a su fama de dura combatiente de salón, tenía que vérselas para sacar los proyectos con el PSOE e IU a causa de su gobernanza en minoría. Como cuentan los veteranos funcionarios de la Casona, el PGOU se aprobó en estas circunstancias en 1997, y como reseñan nunca se hicieron tantas cábalas ni visitas entre unos y otros, en lo que acabó siendo todo un encaje de bolillos que contó con un amplio respaldo.
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Desde entonces han llovido en Málaga casi veinte años y los bailes del PP con la mayoría absoluta fueron de 19 ediles en 1999; 17 en 2003, 17 en 2007; y 19 en 2011 hasta caer ahora a 13, dos concejales menos que en el primer mandato de Villalobos, en 1995, que se hizo con 15 concejales. Pues bien desde que el PP se hiciera con la mayoría absoluta en 1999 ha ido aplicando el rodillo de su conveniencia, escuchando algunas veces a la oposición y otras veces cercenándola como con la odiosa nueva y manida tarifa del agua, que por fin, y gracias la embestida común de los partidos de enfrente, PSOE, Málaga Ahora, Ciudadanos e IU-Málaga para la Gente han conseguido tumbar, y al final claro está se sumó el PP, porque ya lo iban a hacer como dijeron en las pasadas elecciones, faltaría más.
Pero en otras cuestiones, hacía lustros que en un pleno municipal no se montaba tal tótum revolútum de cambios en casi todas las iniciativas, tantos, que hasta hubo un momento en el que la Secretaría General, a fin de poner orden y redactar bien las actas, pidió, por favor, que las mociones de cada uno de los grupos, que fuesen enmendadas por el resto de los grupos, de nuevo por favor, se las diesen por escrito y no a viva voz. Porque todavía, señores, no hay un taquígrafo en el Ayuntamiento de Málaga, pero en vista de la ingente multitud de aportaciones, apostillas y matices de todos los colores va siendo hora de que se cubra ese puesto, por lo menos para las sesiones plenarias. De hecho, en la iniciativa en contra de los desahucios hubo que posponerse la votación hasta que todos los partidos se pusieron de acuerdo en la redacción, una tarea harto complicada. Así pues el nuevo credo municipal bien pudiera ser el siguiente: Yo enmiendo, tú me enmiendas, él enmienda, nosotros os enmendamos en todas sus variedades y personas del singular y plural. Y en esta difícil texitura todos deben aprender: los del equipo de gobierno podrían pasar un curso de coaching emocional para superar que hay que negociar; y los de la oposición tienen la obligación de no bombardear sino de implementar. Pasarán meses e incluso años y muchos no lo habrán entendido.
Málaga Ahora: siguen estando en precario
Los cuatro ediles de Málaga Ahora, liderados por Ysabel Torralbo, siguen estando en precario en el Ayuntamiento, como denunció una vez más la portavoz de la formación en rueda de prensa. Es muy cierto que ya están realizándose las obras para que se instalen en la segunda planta, pero esta circunstancia no debe ser un impedimento para que se les facilite ordenadores a los ediles y a los técnicos mientras que ahora solo tienen uno; y otra serie de herramientas que llevan pidiendo más de un mes. A ver si pasan ya el peldaño de invitados y se les dota como a un grupo político más. No cabe duda de que la novatada la están pagando.
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