Reducen a la mitad los jueces interinos pese a la saturación de los juzgados
Los afectados advierten de más retrasos para los ciudadanos y critican el pago de sobresueldos a los magistrados titulares por simultanear dos juzgados
Montse Martín
Martes, 23 de junio 2015, 01:11
Justicia lenta, sobrecargada y falta de medios. A partir de septiembre, la situación puede, si cabe, empeorar todavía más. El Poder Judicial reducirá a más ... de la mitad los jueces sustitutos o interinos que prestan sus servicios en los juzgados malagueños a pesar de la saturación que sufren la mayoría de los órganos judiciales. En Málaga, de 27 pasarán a 10. La Plataforma Nacional por los Derechos de la Judicatura Eventual afirma que «se ha vendido» como un ahorro presupuestario, pero que no lo es, porque se ha optado por la fórmula de pagar sobresueldos a los jueces titulares para que compatibilicen dos juzgados cubriendo las bajas, permisos y vacantes que hasta ahora venían realizado los sustitutos. La presidenta de esta organización, María José Hernández, asegura que al final las «auténticas víctimas» de esta medida son los ciudadanos, que sufrirán aún más retrasos en la resolución de sus pleitos.
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Los jueces sustitutos son licenciados en derecho que no pertenecen a la carrera judicial pero ejercen las mismas funciones y en todas las jurisdicciones (civil, penal, menores, contencioso-admnistrativo, social). Son los trabajadores interinos de la justicia que desde 1985 han venido paliando la sobrecarga de trabajo que padecen los juzgados, según Hernández, quien asegura que un 30% de las sentencias son dictadas por jueces sustitutos.
En 2012, el ministro Alberto Ruiz Gallardón aprobó una reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial que limitó el trabajo de los jueces sustitutos, potenciando a los de carrera, con el fin de «profesionalizar» la Justicia y «reducir costes». Desde entonces los sustitutos son llamados a cubrir bajas solo excepcionalmente.
«¿Cómo es posible que un juez titular, pueda, cobrando un sobresueldo, sacar el trabajo de dos juzgados cuando casi no puede llevar el suyo?», se pregunta la presidenta de la plataforma.
Esta medida ha provocado las protestas de los sustitutos o interinos, que cada vez tienen menos ocasión de trabajar porque cada vez se les llama menos.
El Poder Judicial nombra a los sustitutos tras superar un concurso de méritos y una entrevista en la que se valoran sus conocimientos en temas jurídicos. Desde ese momento, deben renovar su nombramiento cada año judicial, de septiembre a agosto, y tienen que estar disponibles las 24 horas para cubrir posibles bajas o excedencias. Mientras sigan nombrados, las únicas actividades retribuidas que pueden ejercer son la docencia o la investigación jurídica y la producción y creación literaria, artística o científica.
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«Tenemos todas las obligaciones de los jueces de carrera, pero ningún derecho», se lamenta la presidente de la Plataforma, que se centra ahora en lograr un estatuto normativo que regule su trabajo.
A María (nombre ficticio), juez sustituta, le faltan nueve días para tener derecho al desempleo, pero no la llaman desde hace casi un año. Así que ni puede cobrar el paro ni trabajar en otra cosa (por la incompatiblidad). Lleva desde 2011 como juez sustituta. Ha pasado por todas las jurisdicciones, pero en el último año y medio le han llamado para trabajar sólo tres días. A sus 34 años ha tenido que volver a casa de sus padres para poder vivir. Mientras tanto, cuida niños y se prepara unas oposiciones a la administración local. Explica que cuando les contratan para celebrar juicios, no se nos paga por las correspondientes sentencias que tenemos que poner después y a las que dedicamos muchas horas de trabajo en casa».
Desde 1997, Teresa (también nombre ficticio) trabaja como jueza sustituta. La ocasión en que ha trabajado más tiempo ha sido un año entero, pero también ha sido contratada por semanas y días sueltos. «Nos llaman a los sustitutos para que hagamos el trabajo sucio. Nos tienen cierta inquina y hay muy poca solidaridad por parte de los jueces titulares. Ellos son los jueces, sí, pero nosotros no pretendemos ocupa su lugar». Asegura que ahora «nos están haciendo una especie de ERE, pero sin indemnización». Teresa afirma que las condiciones a las que están sometidos, están llevando a muchos sustitutos a presentar la renuncia.
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Necesidades
Tras la reforma de Gallardón, las bajas, vacantes y licencias se cubren con los jueces titulares de otros juzgados, que son los que tienen preferencia. Si no es suficiente, se recurre a los llamados JAT (jueces de adscripción temporal) que dependen del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y son enviados temporalmente a la oficina judicial que se precise. Y por último, se recurre a los jueces de apoyo, que son de carrera, pero no tienen plaza. En total, entre los JAT y de los apoyo, suman ocho jueces en Málaga, con los que no se logra cubrir todas las necesidades de la provincia, según afirman los sustitutos.
José María Páez, juez decano de Málaga, señala que lo ideal es la «profesionalización». En su opinión, «los sustitutos son el mal menor, pero la situación no puede perpetuarse». Reconoce, no obstante, que los jueces titulares «no pueden llevar dos juzgados a la vez porque es un sobresfuerzo que no pueden soportar» Para Páez, la saturación que sufren los juzgados solo se puede combatir «creando más plazas de jueces».
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