El jurado declara culpable de asesinato al hombre que asestó 15 puñaladas con un punzón a su pareja

Durante el juicio, el acusado, de 52 años, reconoció que mató a su novia, pero aseguró que lo hizo bajo los efectos del alcohol. Dijo que la noche que ocurrieron los hechos, la mujer también había bebido y que en un determinado momento le comentó que esa misma mañana había estado con otro hombre y que se iba otra vez con él, por lo que quería que le diera dinero. Al no conseguirlo, el acusado aseguró que la mujer se fue a la cocina y le tiró la basura al suelo, por lo que él sintió "vejado y humillado". Entonces explotó y cogió el punzón. El hombre declaró que luego llevó el cadáver al sofá, le puso un cojín bajo la cabeza y comenzó a hablarle, acariciarla y además le besó en la boca. Horas después, ya de madrugada, se dirigió a la Comisaría de la Policía Nacional, muy próxima al lugar de los hechos, y les dijo a los agentes: Buenas noches, vengo a entregarme porque he matado a mi mujer.

Odio a las mujeres

La fiscal mantuvo en el juicio que la primera puñalada se la asestó el acusado en la región submandibular y que las otras catorce se las produjo mientras ella permanecía aún con vida y sólo con intención de aumentar su sufrimiento.

Para cometer el crimen el acusado utilizó un punzón de mango de manera, de unos catorce centímetros de longitud, que había cogido poco antes de una caja de costura que se encontraba sobre una mesa del salón de la vivienda.

Las acusaciones particulares describieron al acusado como una persona que odia a las mujeres, que tiene incluso antecedentes por otras agresiones y que estuvo imputado por intentar matar a su propia madre, aunque luego el caso fue sobreseído El acusado y la víctima, que tenía 37 años y era madre de una niña de 14 años de una pareja anterior, mantenían una relación sentimental intermitente desde julio de ese mismo año y habían convivido de forma esporádica en el apartamento que él tenía alquilado en Torremolinos.